Una nueva propuesta escritural.

Una propuesta escritural distinta.
Por: Salvador García.


¿Serán los blogs de escritura una nueva propuesta de escritura?

En un mundo en el que la mayoría de las personas se conforman con lo que los distintos medios de comunicación pueden darles. Y casi todos prefieren lo más digerible por simple “comodidad” intelectual. Hay una nueva moda en la red, que busca rescatar el antiguo y olvidado arte de la escritura. Pero, ¿qué hay detrás de estos espacios cibernéticos de libre expresión?

Un poco de historia.

La escritura es uno de los más importantes logros de nuestro intelecto como especie. No se trata solamente de una reproducción gráfica del lenguaje oral. Es un conjunto de signos que nos han permitido abstraer la realidad que nos rodea a niveles inimaginables. Gracias a la escritura hemos podido ampliar considerablemente nuestra memoria. Ahora somos capaces de saber qué ha pasado miles de años atrás —cuando las primeras tribus humanas pasaron de nómadas a sedentarias, comenzaron a domesticar animales y comenzaron los primeros cultivos de ciertas semillas—; y mucho más atrás. Podemos incluso remontarnos al “INICIO DE LOS TIEMPOS”.
Es también gracias a la escritura que hemos podido entablar un amplío diálogo con lo “divino” y lo “sagrado”. Un diálogo tan antiguo y nuevo con la humanidad misma. Un diálogo que —afortunadamente— aún no ha terminado.
A penas un siglo atrás la escritura de documentos de todo índole, desde taxonomías complejas; documentos de orden legal y la escritura de cartas a nuestros seres queridos era una costumbre harto común.
Sin embargo, con el arribo de nuevas tecnologías de comunicación como la radio, y en especial la televisión, la escritura como medio de comunicación interpersonal comenzó a quedar relegada, hasta llegar a extremos tan preocupantes como es el hecho de que hay muchas personas que ya no saben cómo escribir de manera correcta. Esto se debe a dos factores esenciales: la presencia en sus vidas de los medios audiovisuales (la llegada de la telefonía celular, por ejemplo, que inculca en sus usuarios el llamado lenguaje robot
[1]); y la carencia del hábito de la lectura.
En México es mentira que no se lea. Se lee, y mucho. Lamentablemente, la mayoría de los lectores, al igual que los melómanos, o los cinéfilos, no son muy exigentes con los materiales que leen, escuchan o ven en el cine o bien en formatos como el VCD o el DVD: si se tiene la capacidad adquisitiva necesaria.
Puedo afirmar —sin temor a equivocarme— que el gusto del público mexicano, es muy pobre en ese sentido. Entendiendo por “gusto” ese conjunto de conocimientos que un individuo posee o no, para mayor disfrute de determinadas experiencias, en este caso estaríamos hablando exclusivamente del “goce estético”. El gusto tiene que ver con la subjetividad propia de cada individuo. Es verdad que hay cosas que nos gustan o desagradan de por sí. Pero también es cierto, que gran parte de ese gusto se irá transformando, modificando y ampliando con el tiempo, a través de la autoformación de cada persona. Aunque lamentablemente, esa autoformación ya no es prioridad en muchas personas que sienten que con la “educación” que medios como la televisión o la Internet les proporciona es más que suficiente.
Debido a este doble proceso, vemos cada vez más de cerca muchas de las cosas que el escritor inglés George Orwell profetizó en dos de sus más célebres libros: ¡984 y La rebelión en la granja. La gente actúa cada vez de manera inconsciente, como autómata. Y se ponen en evidencia su incapacidad de mostrarse a los demás tal y cual es. Se le dificulta poder expresar sus verdaderos sentimientos; pues por una parte, teme ser herido por el medio hostil que lo rodea. Y por otra —no menos preocupante— porque no sabe cómo hacerlo. Es decir, aunque desearía manifestarse la pobreza de conceptos y de lenguaje en la que lo mantienen sumergido los mismos mensajes de los medios; le impide comunicarse de manera eficaz y correcta a más personas, ¡qué gran paradoja! ¿no?

¿Qué es un Blog?

Es parte de la terminología de Internet y podría ser interpretado como una especie de bitácora de apuntes o seudo diario electrónico, en el que uno puede ir apuntando e “ilustrando” —si uno cuenta con la pericia necesaria en el lenguaje HTML— fragmentos esporádicos de un proceso de escritura extendido.
¿Sobre qué se escribe? Acerca de todos los temas más variopintos, que van desde las anécdotas cotidianas, hasta tópicos especializados en moda, comics, música y un largo etcétera. Los más vistosos son los de muchos gringos que se especializan en programación y son los nuevos nerds de Silicon Valley. La mayoría de ellos son gente con un trasero descomunal que pasan más de la mitad del día “conectados” a una comunidad de zombies igual de enfermos que ellos, y se la pasan “escribiendo” sus interesantes “vivencias” en la realidad virtual. ¡Vaya vacío!
Los blogs, y los escritores de éstos, los bloggers, se calculan por millones. Obviamente, la mayoría sólo son —como casi todo lo que tiene que ver con medios masivos democráticos— un gran desperdicio de esfuerzos vitales por múltiples razones.
La primera; y que brinca de inmediato en todo ser pensante mediadamente inteligente: si hay millones de estos “cuadernos de apuntes”, “bitácoras electrónicas”, ¿cuántos realmente valdrán la pena de ser leídos? Seguramente muy pocos. No creo sinceramente que haya millones de brillantes escritores allá afuera. Sobre todo por las características antes mencionadas. Y si así fuera, la verdad no me interesaría mucho leer que les pasa en su vida privada. Tal es el caso del libro Vivir para contarla, del Nobel Colombiano, Gabriel García Márquez. En ese libro de memorias, el Gabo habla de sus vivencias como ser humano y como escritor. Lo malo es que él mismo ha confesado que toda su biografía se halla en sus novelas, que me parecen la verdad mucho más entretenidas e interesantes que sus posibles “memorias” Además si su vida está en las novelas, ¿qué caso tiene leer sus memorias?
La segunda y no menos obvia: ¿quién tendría el tiempo y la disposición para “leer” algunas de estas páginas, que hablan de las vivencias de alguien más, que en la mayoría de los casos dudo que puedan tener algo realmente digno de ser puesto por escrito?
Y tercera, por mencionar las que me parecen más importantes, ¿habrá alguien que no se haya dado cuenta que estar leyendo estas lindas y gráficas páginas, no son más que una nueva forma de “mantenernos distraídos” mientras allá afuera en el mundo real, los políticos, los medios, las mismas máquinas y el planeta entero está inmerso en una crisis que rebasa por mucho nuestro corto entendimiento? ¿Habrá alguien que no se dé cuenta que se trata de una inteligente forma de perder el tiempo? Una forma de mantenernos distraídos de lo que realmente importa. ¿No será que las mismas máquinas han creado este tipo de espacios y foros de expresión, para mantenernos ocupados, mientras ellas traman la insurrección final?
¿Por qué no? Pareciera ser que las mimas máquinas han inventado esta nueva propuesta escritural, encargada más que nada de darnos la falsa esperanza de contar con una TRIBUNA MÁS DE EXPRESIÓN. Al tiempo, que estamos perdiendo el tiempo tratando de mostrar al mundo nuestras perdidas capacidades de expresión a través del lenguaje escrito. Y ni que decir de nuestra verdadera y real necesidad de expresarnos y ser escuchados. Parece ser que esas son batallas que hemos perdido en aras del “progreso” tecnológico y científico del que ahora gozamos.

Ventajas.

¿Habrá alguna? Tal vez sí. No lo sé. Para personas que viven y respiran Internet a todas horas, sin duda. Para todos aquellos que han crecido con la cultura del MORBO. Para aquellos que han comparado la realidad “a secas” contra la realidad virtual; y han constatado que ésta es mucho mejor y más “controlable” que la primera.
Para el ciudadano común del mundo posmoderno, acostumbrado seguir lo que está de moda para no estar “OUT”, y permanecer la mayor parte del tiempo “IN”, aunque apenas y alcance a comprender que estos no son más que conceptos que atienden un aspecto mezquino y mercadotécnico de la vida en sí. Pues en realidad ¿quiénes son los que deciden que está “IN” o “OOT”? Son los grandes consorcios y las grandes cadenas como WAL MART. Fenómeno que está siendo estudiado por especialistas en diferentes disciplinas. Ahora es común escuchar comentarios, tales como: “es un grupo musical WALMART” o este es un “escritor tipo WAL-MART”. Espero que no empiecen a fabricar gente tipo WALMART, o peor aún mexicanos tipo WALMART.

A manera de conclusión.

La humanidad siempre se ha caracterizado por dos cosas: su capacidad creativa y la destructora, siendo esta última la más común y fuerte en nuestra condición. Ahora estamos creando una nueva generación de jóvenes que han nacido, viven, se “reproducen” y mueren a través de la red de redes. Una red que en principio se creó con fines militares y que cada vez está entrando en la intimidad de cada uno de nosotros de manera apabullante. Tal es el caso de los dichosos blogs de escritura convencional y de HTML.
¿Tendrán algún caso?
Pues aún no estamos en condiciones de afirmarlo o negarlo. Simplemente podemos observar que la gente está otra vez interesada por “escribir”, “ver” y “leer”, lo que otros están viviendo en otras partes del mundo. Aunque se trate —en la mayoría de los casos—sólo de puras banalidades. Pero bueno, el MORBO es ahora una cuestión sine qua non de todo medio de comunicación masiva que se precie de serlo.
Pareciera ser que en las últimas tres décadas los medios han incrementado nuestra necesidad de ser OBSERVADOS y de ESPIAR en las vidas privadas de los demás. Ya no sólo de los “famosos” y de los “artistas”, sino en la vida del hombre y la mujer promedio común. ¿Tendrá esto algún sentido?
Desde una perspectiva sicológica, ¿esto tendría que ver con la liberación del inconsciente (ese poderoso ente que rige nuestras necesidades más primitivas y salvajes)?
Visto el asunto desde una perspectiva mediática se están cumpliendo las profecías de McLuhan, quien dijo que dentro de un futuro no muy lejano [este] todo aquello que no apareciera en algún medio de comunicación masiva y alguno de sus soportes, simplemente no EXISTIRÍA .
Ahora vemos que los blogs, quizá están ahí para cubrir esa necesidad [más parecida a una necedad] de EXPRESARNOS, aunque quizá no sepamos cómo o no haya nada importante que expresar. Aunque ese parece ser el punto menos importante en sí de toda esta discusión. Lo importante ahora pareciera ser llenar el ciber espacio de más y más basura, que legaremos a las generaciones posteriores. Sólo espero que 200 años después una computadora historiadora no vea estos blogs como posiblemente la única forma posible de comunicación, de una sociedad que se destruyó a sí misma por ser incapaz de comunicarse real y efectivamente.

[1] Es un tipo de lenguaje en donde privan las abreviaturas de todo tipo. Reduciendo considerablemente el léxico de los miles de millones de usuarios.

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