Todo nada

Todo nada

Brenda Lozano

Tusquets

Una primera novela que sin ser mala, tampoco es buena. La primera novela de Brenda Lozano es una suerte de autobiografía en donde la figura del abuelo culto y lector es fundamental. De hecho, podría decirse que es medular en todo el proceso escritural de la novela. Un texto hecho de citas, que nos dan una fuerte referencia de las influencias literarias de la autora, que van de Borges a Proust. 

A veces me da coraje ver que las editoriales cada vez se ven más negligentes con los escritores noveles. La mayor parte de este coraje se debe a la impotencia de no haber publicado nada. En ese sentido, Lozano es mucho mejor que yo o cualquiera que no haya escrito y publicado al menos una primera novela. Bien visto no está mal que se publiquen este tipo de textos. Pueden  servir de aliciente para muchos de mi generación que escriben mejor que ella y tienen más cosas que decir. Pero no quiero dedicar esta entrada a la amargura y la depresión; sino también quisiera mencionar que me pareció una primera novela que pudo haber progresado dramáticamente, mas, la autora decidió sólo ceñirse a dos eventos y no salir de ahí: la muerte del abuelo de la protagonista de la novela; y una ruptura amorosa, que la llevan a convertirse en narradora de una historia llena de digresiones y remembranzas, que al final dejan al lector con el oximoron que da título a la obra. 

No todo está mal en la novela. Lo que más me agrado es el importante y entrañable vínculo que se establece entre la joven protagonista y su abuelo. Es padre ver que las nuevas generaciones aún cuenta con personas que respetan  y valoran la presencia de un abuelo, como símbolo de sabiduría y ejemplo vital a seguir.