La daga
La daga
Philip Pullman
La materia oscura 2
Byblos
Ubicada en tres dimensiones distintas, aunque muy parecidas entre sí, en la segunda parte de La Materia Oscura, Lyra -la joven protagonista de esta saga- se encuentra con el joven Will, quien está obsesionado con hallar a su padre, un intrépido explorador y antropólogo.
Will atraviesa una puerta dimensional que lo lleva al mundo fantástico de Lyra, junto con ella emprenderán una aventura llena de sorpresas y sobresaltos. En su periplo tendrán que enfrentarse al malvado sir Charles Latrom, quien roba el aletiómetro, y les pide a Will y Lyra, que le traigan La daga sutil, única capaz de dañar a los espíritus conocidos como Espantos.
Por su parte la malévola señora Coulter, madre de Lyra, sigue buscándola tratando de impedir que una arcaica profecía se cumpla y de esa manera impedir de alguna manera que el plan de lord Asriel -padre de Lyra- se efectúe.
Novela ambigua y llena de simbolismos que ha sido directamente prohibida por el Vaticano, debido a las versiones de la creación que el autor maneja. Además de toda una carga de lucha teológica que se va desarrollando a lo largo de los tres libros que conforman la saga, pero que en este segundo es más clara y notoria.
La historia combina una tradición importante de literatura fantástica europea, un subgénero de la misma: la ciencia-ficción y un discurso teológico muy interesante entorno al origen de la existencia en el universo y la posibilidad de la coexistencia de múltiples dimensiones.
Si bien la primera parte de la trilogía Luces del norte me pareció demasiado densa y lenta; he de decir que su continuación La daga me resultó muy entretenida y dramáticamente mucho mejor lograda. Creo que la saga de La materia oscura es uno de esos libros que no puedes decir con certeza de sobre qué trata o de qué versa, pues es profundamente ambigua, siendo esta cualidad quizá su mayor virtud. Y constituye un reto muy interesante para los lectores que gustan de indagar acerca de las cosas que ocurren en el reino de la fantasía.
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