Una familia lejana


Una familia lejana
Carlos Fuentes
ERA
1980 

Las obras de la Edad del tiempo que pertenecen a la vertiente fantástica, son de lo mejor del repertorio de Carlos Fuentes, aquí como en Aura, Cambio de Piel, Zona Sagrada, Cristóbal Nonato e Inquieta Compañía. En Una familia lejana, Fuentes aborda de manera magistral uno de los temas claves de la literatura europea: las posibilidades del doble.

Aquí el mismo Fuentes no es más que un "fantasma" que escucha el relato fantástico que le hace su viejo amigo Branly, de 83 años, a quien encuentra en la Place de la Concorde en París, Francia, tras muchos años de no verse. Lo que el viejo Branly está por narrar es una laberíntica e imposible historia de dobles y fantasmas. 

Branly narra la historia de su encuentro con el célebre antropólogo, Hugo Heredia, y su enigmático hijo, Victor Heredia. Ellos, le parecen dignos de confianza y los invita a que pasen una temporada con él en su casa en París. Les pide que no dejen de visitarlo, cuando vayan a Francia. 

Los Heredia viajan mucho debido a las investigaciones de Hugo en torno a las culturas prehispánicas que lo apasionan y fascinan. En uno de sus viajes, deciden visitar al excéntrico francés y quedarse con él un par de días, mismos que le sirven a Branly para darse cuenta de la trampa inevitable del juego de espejos en que ha caído de manera cíclica. Los Heredia, padre e hijo, tienen un extraño juego: en cualquier ciudad que visitan buscan en los directorios telefónicos locales a posibles homónimos, y llevan una numeración perfecta de cada uno de estas azarosas "coincidencias". 

Es en Francia, en donde este juego halla su extrema aplicación, al encontrarse con un Victor Heredia francés, quien vive recluido del mundo en una antigua casona, sin servidumbre y en compañía de su no menos extraño hijo, André. 
Branly y Victor se ven en la necesidad de convivir con estos dos fantasmagóricos, vampíricos pesonajes. Hasta que Víctor y André desaparecen de manera misteriosa. El desenlace es una suerte de juego de espejos en donde el doble y el laberinto narrativo tienen un rol fundamental.

Aquí el lema de Javier Marías "fantasma y literatura" converge de manera magistral. Desde mi punto de vista, una de las mejores novelas fantásticas de Fuentes. 

Comentarios

Enrico dijo…
¡Es hora de matar al abuelo Fuentes! ¡Muerte a Fuentes! Ya estuvo, aprendimos de él, pero ahora hay que escupirlo, agarra fuerza pa´l gargajo aghhhhhhhhhhhh. Jejeje.

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