El club de la lucha


El club de la lucha

Chuck Palahniuk
Pedro González del Campo (Traductor)
Mondadori


Cuando no entiendes algo puedes hacer que signifique cualquier cosa


Desde hacia mucho tiempo quería leer la primera y célebre novela de Chuck Palahniuk, El club de la lucha (1996), que gracias a la estupenda adaptación cinematográfica, realizada tres años después a cargo de David Fincher, catapultó rápidamente a su autor a las grandes ligas.

Tras un intento fallido de publicar su novela Monstruos invisibles, debido a que el editor la consideró demasiado perturbadora, Palahniuk se concretó a trabajar en El club de la lucha, como una suerte de venganza e intento suicida, porque pensaba que el editor también se negaría a publicarla; por hallarla más perturbadora que la anterior. Para su sorpresa, esta vez el editor decidió publicarla, lo demás es historia.

Como todo mundo conoce perfectamente la trama, me saltaré esa parte e iré a lo que a mi juicio es lo medular de esta primera novela, y de la obra de este extraordinario autor estadounidense, que con una docena de novelas, se ha convertido en todo un escritor de culto, al menos para los lectores de mi generación. La no menos famosa, Generación X.

La gente tiene que sufrir de verdad antes de poder arriesgarse a hacer lo que aman

Su estilo ha tratado de ser definido por él mismo como ficción transgresiva, en donde sus personajes son gente marginada de alguna manera, resentidos con el sistema de valores imperantes en la cultura del consumo masivo. Estos excluidos (outsiders) nos muestran la particular visión de un autor, que con humor ácido, crítica el American Way Of Life, y de paso nos sumerge en un profundo análisis acerca de las cosas que no están funcionando como deberían en todas las sociedades humanas, al menos en las occidentales, en donde el consumo y la ignorancia son las verdaderas monedas de cambio, que determinan la vida de millones de personas, idiotizadas con la falsa realidad de los medios masivos de comunicación, en especial la televisión.


Si no sabes lo que quieres, terminas atiborrado de cosas que no quieres.
Sus  personajes marginales y extremos, nos muestran a través de sus actitudes violentas y autodestructivas, hasta dónde podríamos llegar cualquiera de nosotros, que tuviera uno o varios cables sueltos. El personaje emblemático de El Club de la Lucha, Tyler Durden, alterego del narrador sin nombre, cree firmemente que la única manera que le queda al hombre de encontrarse a sí mismo es través de la violencia y la autodestrucción. De ahí, la idea de crear un club de la pelea en donde los miembros se destrozan cada noche, con la ilusión de descubrir su verdadero propósito en la vida. Es a partir de ahí que los hombres cansados de ser adoctrinados por un sistema al que juzgan corrupto y decadente (la sociedad de consumo) deciden renunciar a su individualidad, y ser una vez más adoctrinados por un demente, que es incapaz siquiera de recordar quién es realmente.

Las reflexiones que se desprenden de la novela son muchas. Pero quizá la principal sea que para Palahniuk, no hay posibilidad de emancipación y libertad. Porque en el momento en que te has dado cuenta de que alguien te ha estado manipulando, lo primero que haces es renunciar a eso, en busca de alguien o algo más que te manipule de una forma que consideres más justa y menos corrupta.



La idea subyacente de que para crear una mejor sociedad humana, primero hay que destruir por completo a la actual, es a un tiempo perturbadora y lúcida. Para Palahniuk la sociedad humana se perdió hace mucho y lo único que queda son piezas desperdigadas en avanzado estado de descomposición. Lo que hace a su literatura bastante perturbadora, insisto, no es la descripción excesiva de violencia y el cinismo mostrado ampliamente por parte de sus personajes; sino su aguda visión de una humanidad que se sabe decadente y pareciera regodearse de ello.

Si algunos autores hay que leerlos por su estilo, su prosa refinada, el uso de las estructuras narrativas y dramáticas, la construcción de personajes y atmósferas, sin duda a Palahniuk hay que leerlo por su visión del mundo. Quizá estemos de acuerdo o no con ella, pero será siempre interesante hallarse sumergido en su mundo de cinismo y violencia, y aún ahí, encontrarse con breves momentos de razón pura y absoluta.

Por si quieres iniciar un club de la lucha en tu barrio o vencidario, te recuerdo que éstos se rigen por un código de ocho reglas, creadas por Tyler Durden:


  1. No hablar del club de lucha.
  2. Que ningún socio hable del club de lucha.
  3. Si alguien dice basta, flaquea o desfallece, el combate se acaba.
  4. Sólo luchan dos hombres.
  5. Sólo habrá una pelea cada vez.
  6. Ni camisas, ni zapatos.
  7. Las peleas durarán el tiempo que sea necesario.
  8. Si ésta es vuestra primera noche en el club de lucha, tenéis que pelear.


Todos los descubrimientos verdaderos surgen del caos, son resultado de dirigirse hacia lo que parece incorrecto y ridículo y tonto.
Aquí les dejo la liga para que vean la película, si es que aún no la han visto.
http://cinefox.tv/ver944/el-club-de-la-lucha_espanol-latino.html



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