Educar la autoestima

Educar la autoestima
Métodos, técnicas y actividades
José Antonio Alcántara
CEAC educación
España, 2004




"La autoestima es una actitud hacia uno mismo, [...] como actitud es la forma habitual de pensar, amar, sentir y comportarse consigo mismo. Es la disposición permanente según la cual nos enfrentamos a nosotros mismos y el sistema fundamental por el cual ordenamos nuestras experiencias refiriéndolas a nuestro 'yo' personal. Es decir, la autoestima constituye las líneas conformadoras y motivadoras que sustentan y dan sentido a nuestra personalidad."

La autoestima es adquirida y se genera como resultado de la historia de cada persona. Es el fruto de una larga y permanente secuencia de acciones y pasiones que van configurando a la persona en el transcurso de su vida. Generalmente, este aprendizaje de la autoestima no es intencional, aunque a veces es fruto de una acción intencionalmente proyectada para su consecución.

La autoestima es una forma de ser y de actuar que arraiga en los niveles más profundos de nuestras capacidades, ya que es fruto de la unión de muchos hábitos y aptitudes adquiridas. La autoestima es la meta más alta del proceso educativo, y constituye el quicio y centro de nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Es el máximo resorte motivador. Y constituye el pico más alto de la productividad y la creatividad humana: ya que entre más nos gustamos, queremos y apreciamos, las cosas que hacemos se tornan cada vez más queridas y apreciadas por los demás, creando un círculo virtuoso.

¿Por qué es tan importante educar a las nuevas generaciones respecto a este tema?
Quizá simplemente porque ahora sabemos que:


  1. La autoestima condiciona el aprendizaje
  2. Sirve para superar las dificultades personales
  3. Fundamenta la responsabilidad
  4. Apoya la creatividad
  5. Determina la autonomía personal
  6. Posibilita las relaciones sociales saludables 
  7. Garantiza la proyección futura de la persona
  8. Constituye el núcleo de la personalidad 


En este maravilloso libro -dirigido a profesores y niños de primaria- se estudia la autoestima a partir de tres componentes: cognitivo, afectivo y conductual. 

El componente cognitivo se refiere a la idea, opinión, creencias, percepción y procesamiento de la información. Es decir, el autoconcepto definido como la opinión que se tiene de la propia personalidad y sobre su conducta.

El componente afectivo se refiere a la valoración de lo positivo y lo negativo que hay en cada uno de nosotros. Se trata de un juicio de valor sobre nuestras cualidades personales, es decir, la respuesta de nuestra sensibilidad y emotividad ante los valores y contravalores que advertimos en nosotros mismos.

Componente conductual, significa tensión, intención y decisión de actuar o llevar la práctica un comportamiento consecuente y coherente. Es decir, la autoafirmación dirigida hacia el propio yo y en busca de la consideración y reconocimiento por parte de los demás.

Aunque el libro está dirigido a profesores de primaria, las dinámicas y ejercicios que propone están tan buenos que lo recomiendo para todos los profesionales de la educación de cualquier nivel, y para toda persona interesada en la pedagogía orientada hacia los valores.

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