Los elementos de la noche

Cortesía Mauricio Mejía

Los elementos de la noche.
José Emilio Pacheco.
F.C.E.
(1958-1962)

Poeta, narrador y ensayista, José Emilio Pacheco es como poeta un recuperador de la memoria primigenia y un cronista de una época de demoliciones. El transcurrir de la existencia humana está plasmada en su poesía con una emoción que, gracias al rigor de la forma y la riqueza verbal, evita con maestría el simple deshago y el lugar común. Su visión tiene que ver con las huellas (la escritura, por ejemplo) que dejar el ser humano sobre la tierra en su viaje existencial.

LA MATERIA DESHECHA

Vuelve a mi boca, sílaba, lenguaje
que lo perdido nombra y reconstruye.
Vuelve a tocar, palabra, el vasallaje
donde su propio fuego se destruye.

Regresa, pues, canción hasta el paraje
en que el tiempo se incendia mientras fluye.
No hay monte o muro que su paso ataje.
Lo perdurable, no el instante, huye.

Ahora te nombro, incendio, y en tu hoguera
me reconozco: vi tu llamarada
lo destruido y lo remoto. Era

árbol fugaz de selva calcinada,
palabra que recobra en el sonido
la materia deshecha del olvido.



Cortesía María Luisa Durán.

La poesía de Pacheco es una apología de la destrucción —siempre necesaria para la creación—. Es un canto a la naturaleza y su importante relación tan en la vida humana: su inmarcesible misterio, que causan en nosotros atracción y pánico.

Su voz es única en el panorama de la poesía mexicana del siglo veinte, porque canta evocando el silencio, la quietud y la paz interna, que tanta falta nos hace a los que vivimos en la ruidosa, vertiginosa e inquietante vida posmoderna. Llena de caos e incertidumbre.

PRESENCIA

Homenaje a Rosario Castellanos.

¿Qué va quedar de mí cuando me muera
sino esta llave ilesa de agonía,
estas breves palabras con que el día
regó ceniza entre la sombra fiera?

¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
esa daga final? Acaso mía
será la noche fúnebre y vacía.
No volverá a su luz la primavera.

No quedará el trabajo ni la pena
de creer ni de amar. El tiempo abierto,
semejante a los mares y al desierto,

ha de borrar de la confusa arena
todo cuanto me salva o encadena,
Y si alguien vive yo estaré despierto.

Todo aquel que visita las páginas de este poderoso poeta; no podrá quedarse indiferente ante el poderío de las imágenes que evoca. Una poesía y poeta, que pueden guiarte por un universo poblado de naturaleza, mostrándote que TARDE O TEMPRANO hemos de volver a él, para poder SER.


DE ALGÚN TIEMPO A ESTA PARTE.

What can I hold you with?
JORGE LUIS BORGES
“Two English Poems"

1
Aquí está el sol con su único ojo, la boca escupefuego que no se hastía de calcinar la eternidad. Y como un rey vencido, observa desde el trono la dispersión de sus vasallos. A veces impregnaba de luz el cuerpo amado. Hoy se limita a entrar por la ventana para decirte que ya dieron las siete y tienes por delante la expiación de tu condena.

2
El día que cumpliste nueve años levantaste en la playa un castillo de arena. Sus fosos se llenaron de agua mar, en sus almenas ardió la eternidad del sol, sus patios fueron incrustaciones de coral y reflejos. Los extraños se acercaron para mirar tu obra. Saciado de escuchar que tu castillo era perfecto, volviste a casa lleno de vanidad. Pasaron ya doce años desde entonces. A menudo regresas a la playa; intentas encontrar restos de aquel castillo. Acusan al flujo y al reflujo de su demolición. Pero no son culpables las mareas: bien sabes que alguien lo abolió a patadas —pero algún día el mar volverá a edificarlo.

3
En el último día del mundo dirás su nombre.

4
Sueña el mar. El alba enciende las oscuras islas. Zozobra el barco anegado de soledad. En la escollera se dilata la noche.

5
De algún tiempo a esta parte las cosas tienen para ti el sabor acre de lo que muere y de lo que comienza. Áspero triunfo de tu misma derrota, viviste cada día en la madeja de la irrealidad. El año enfermo te dejó en rehenes algunas fechas que te cercan y te humillan, algunas horas que no volverán pero viven su confusión en la memoria. Empezaste a morir y a darte cuenta de que el misterio no ha a extenuarse nunca. El despertar es un bosque en donde se recupera lo perdido y se destruye lo ganado. Y el día futuro, una miseria que te encuentra a solas con tus pobre palabras. Mírate extraño y solo, de algún tiempo a esta parte.

VALLARTA, 2007 030

INSCRIPCIONES

1
Muro que sin descanso pule el tiempo,
altar de piedra y polvo ya deshecho,
puerta cerrada de un jardín que nunca
ha existido o yace entre sus ruinas,
reino del musgo, losa que se yergue
contra el paso de nadie y bajo el tiempo.

2
Toda la noche se ha poblado de agua.
Contra el muro del día
el mundo llueve.

3
Una vez, de repente, a medianoche
se despertó la música. Sonaba
como debió sonar antes que el mundo
supiera que es la música el lamento
de la hora sin regreso, de los seres
que el instante desgasta a cada instante.

4
Sobre un espacio del segundo el tiempo
deja caer la luz sobre las cosas.

5
Ya devorado por la tarde el tigre
se hunde en sus manchas,
sus feroces marcas,
legión perpetua que lo asedia, hierba,
hojarasca, prisión
que lo hace tigre.

6
Cierra los ojos, mar.
Que tu mirada
se vuelva hacia la noche
honda y extensa
como otro mar de espumas y de piedras.

Cortesía Enrique Escalona

Comentarios

Angie Sandino dijo…
Pues a José Emilio Pacheco si lo conozco y disfruté de su lectura durante mis días de universidad uuuuuy ya llovió! ja,ja,ja... te he buscado hoy en el msn, pero no te vi... a ver cuando coincidimos...

un beso!
Anónimo dijo…
Oye carlos, porque tuviste que decirle que la amabas a mariana...
Las batallas en el desierto.
¡Uuuy! Dame chance de seguirte tus pasos, el mundo no se va acabar. Traes un ritmo creativo impresionante. Bien por el buen Pacheco (en los dos sentidos de la palabra) y mucho mejor por la poesía, nada comparable a los mendigos pincelazos nuevos que ahora intento y aparecen en "Creadillas Literarias", si los lees y se te antoja hacerte una "pajita", pues cumplieron su propósito.
woowww me gusto este post¡¡tu quieres q ame a la lectura¡¡es una delicia leer a Pacheco¡¡¡¡
besitos
onde andaz???
Que buena selección de poemas. Sin duda es una cuenta pendiente en plaza de autores. Rescatas expresiones muy precisas y exactas para evidenciar el infinito, el ser o el no ser, la posibilidad, la oportunidad de dejarse encantar los sentidos. En fin, muy bien lo que encontraste en las líneas versificadas.
Loopz* dijo…
Hola!!!!
como has estado
mucho sin saber de ti
creo que despues de leer este post en tu blos leere la poesia de pacheco
y que crees???
me dejaron leer a juan villoro pero no se que libro escoger
cual me recomiendas????
un beso y un super abrazo!!!
Hola Salvador.

José Emilio es uno de mis favoritos. de hecho con Efraín Huerta, es de los pocos mexicanos de los que tengo toda su obra.

A veces, Jose Emilio me parece un poco denso, difícil o triste simplemente, pero algunas cosas son realmente geniales.

Bueno. Ya dije, pero en realidad venía a invitarte a la casa. Hay festejo. Salu2
Yayo Salva dijo…
Gracias por traernos a la memoria tan excelentes páginas.
Saludos.

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