Algunas veces.

Algunas veces no acabo de leer un libro en una semana. Como es el caso ahora que estoy leyendo Harry Potter y la Orden del Fénix. Pero bueno, no importa tanto si lo acabo o no, sino qué tanto lo disfruto. Lo bueno es que mientras lo concluyo me la paso oyendo un buen de música.

Perticularmente soy fanático de los Beatles. Mas, mi padre me enseñó a ser de criterio amplio, en lo que a música se refiere. Me gusta desde Santa Sabina, Tin-Tan, los Xochimilcas, Chava Flores, Joaquín Sabina, Leonard Cohen, The Velvet Underground, Kiss, pasando por Dark Tranquility, Lacrimosa, Wezeer, R.E.M, hasta Mozart. La única música que no me agrada es el ahora tan de moda reggeaton. Tampoco me gustan muchos ritmos como el "Pasito duranguese" o la "Banda tamaulipeca".

Sin embargo, me gusta mucho escuchar la música que viene de otras partes del mundo. Al respecto he de confesar que soy fanático de la música que publica esa extraordinaria disquera que es Putumayo Records. Así como el excelente podcast de Mona Records que hace mi amigo Enrico.

Siempre he pensado que la música es una de las artes más sublimes de cuantas ha creado nuestra especie. Pues aunque es inmaterial y se propaga a través del oxígeno; provoca una gama enorme de sentimientos y emociones.

No sé por qué en México, tenemos un gusto tan pobre por la música. A la mayoría de las personas les gusta la "música que está de moda", "el ritmo de moda", "el cantante de moda" o "la canción que escucha con regularidad en la radio". Como siempre digo, no tiene nada de malo que a uno le guste Luis Miguel, Ricardo Arjona, RBD o Shakira. El problema viene cuando SÓLO te gusta Luis Miguel, Ricardo Arjona, RBD o Shakira; y tú como persona que escucha música no buscas más allá de lo que las estaciones de radio, la televisión o las modas dictan.

Estoy convencido que la pluralidad y el amplio criterio musical sólo pueden darse, si las personas están dispuestas a oír cosas diametralmente opuestas a las que están acostumbradas a escuchar normalmente. No sé; quizá si todo mundo oyera a Bach, Dead Can Dance, The Rolling Stones, Suzane Vega, Jean Michel Jarre, Yanni, y Luis Miguel juntos la cosa sería un poco más equilibrada. Y como esta entrada no pretende, ni quiere dictar línea sobre nada o nadie. Porque como bien dicen: "nadie puede decirle a nadie más que debe escuchar", sólo quiero terminarlo diciendo que estoy completamente convencido de que la música es maravillosa y es sinónimo de vida. Bien dice el eslogan de Tower Records: "No Music, No Life". Lástima que en la Ciudad de México, estamos muy lejos de tener una cultura musical amplia. Bueno, al menos esa es mi particular apreciación.