Las ventajas de ser invisible.

Las ventajas de ser invisible
Stephen Chbosky
Vanesa Pérez-Sauquillo (Traducción)
Alfaguara juvenil

En agosto de 1991, ingresé a la Universidad Nacional Autónoma de México, al Colegio de Ciencias y Humanidades, campus Sur. Tenía 16 años y era una persona bastante invisible y anodina, quizá por eso me identifique tanto con el protagonista de esta historia, Charlie, quien curiosamente ingresa en la novela a la prepa, en el mismo mes y en el mismo año. Así que si fuera un personaje real, probablemente tuviera mi misma edad.

The Perks of Being a Wallflower, título original de la obra, llegó a mí gracias a una lectora sumamente inteligente y sensible, a quien quiero  agradecerle que me prestara el libro de su amiga, Justine. ¡Gracias por las sonrisas, Priscila!

Volviendo a la novela, una de las cosas que más me gustó es que está escrita como si se tratase de un diario personal, donde, Charlie nos va narrando su incursión a un mundo nuevo e incierto. Al  tiempo que nos sumergimos en su particular modo de experimentar la vida.

La novela arranca así:

                                                                                                                      25 de agosto de 1991

Querido amigo:

Te escribo porque ella dijo que escuchas y comprendes y no intentaste acostarte con aquella persona en esa fiesta aunque hubieras podido hacerlo. Por favor, no intentes descubrir quién es ella porque entonces podrías descubrir quién soy yo, y la verdad es que no quiero que lo hagas. Me referiré a la gente cambiándole el nombre o por nombres comunes porque no quiero que me encuentres. Por la misma razón no he adjuntado una dirección para que me respondas. No pretendo nada malo con esto. En serio. Sólo necesito saber que alguien ahí afuera escucha y comprende y no intenta acostarse con la gente aun pudiendo hacerlo. Necesito saber que existe alguien así".


Charlie es un chico bastante típico e impopular, aunque su sinceridad y extrema ingenuidad le crean más de un problema a lo largo de la trama. Sin embargo, también es una persona extremadamente sensible e inteligente. Cuando conoce a la pareja conformada por Patrick y Sam, quienes son hermanastros, y éstos se tornarán en sus mejores amigos, su vida da un vuelco interesante. Al ser ellos populares, él podrá navegar en dos mundos: el de los incomprendidos y el de los populares.

Novela donde su protagonista nos introduce a su mundo personal, con una prosa sencilla y elocuente, misma que refleja también su gusto por la literatura. Un libro que habla de libros, es casi siempre, al menos para mí, un buen libro. Quizá por eso, también me identifique con Bill, el profesor de Literatura Avanzada que le da a leer "como asignaturas extras", títulos como El guardián entre el centeno de Salinger, o Walden de Henry David Thoreau, En el camino de Jack Kerouac, y Matar un ruiseñor de Harper Lee. El personaje de Bill, se convierte en su mejor aliado y en una suerte de guía, rol con el que estoy más que ligado, en más de una forma. Sino pregúnteles a mis cientos de alumnos a través de tiempo.

Charlie, al comienzo de la novela, está profundamente marcado por la pérdida de dos seres queridos, su amigo Michael, quien se suicida, y la muerte de su tía Helen, quien es de algún modo su modelo a seguir, y quien dejó una profunda huella en él. Heredándole el gusto por la vida y la lectura.

"Mi tía Helen era mi persona favorita del mundo entero. Era la hermana de mi madre. Sacaba sobresaliente en todo cuando era adolescente, y solía darme libros para leer. Mi padre decía que esos libros eran un poco antiguos para mí, pero me gustaban, así que acaba encogiéndome de hombros y me dejaba leer".

Una historia que nos habla de los problemas y aventuras típicas de la preparatoria: la amistad, el primer amor, la primera ruptura amorosa, las broncas familiares, la cercanía a las drogas, la música, el sexo, las fuertes depresiones que vienen de la nada; pero sobre todo la búsqueda, incesante y dolorosa, de uno mismo. Con la enorme ventaja que lo hace desde un punto de vista sencillo, sin pretensiones didácticas o filosóficas.



Las ventajas de ser invisible me trajo buenos y malos recuerdos, muchos de ellos, que pensé más que superados. Quizá sea bueno, quizá no. No me gusta vivir en el pasado. Pero a veces, considero que es bueno, echar un vistazo, y ver qué tanto de ese joven ingenuo, juguetón e inexperto aún queda. Y no porque me las dé de súper experto en nada. Al contrario, siempre he llevado conmigo, como una suerte de consiga, aquella célebre frase del maestro Gabriel Figueroa, el importante fotógrafo de cine mexicano, quien siempre que alguien le decía maestro, él contestaba: "no soy maestro de nada, sólo soy un aprendiz de todo".

Una amena y buena lectura para todos. Aunque quizá los adolescentes y jóvenes, hallen en él, un sin fin de referencias, respecto a sus propias vidas. Aunque no lo sé con certeza. Porque la nueva generación tiene otras cosas en mente; cosas que la mía por supuesto, ni siquiera alcanzaba a vislumbrar. Una buena manera de recordar que de una manera u otra: TODOS SOMOS INFINITOS.



Me pareció muy romántico, e incluso nostálgico, el hecho de que uno de los novios de su hermana, le grababan canciones en cassettes, que la muy grosera le pasaba a Charlie, quien realmente las disfrutaba, y encontraba en ellas, una que otra canción que le fascinaba: como es el caso de Asleepde The Smiths. Al margen de la trama, esta manera de consumir la música, fue la que quizá a mí, como a muchos, nos volvió melómanos empedernidos. Ahora con la facilidad de acceder a la música del género y artista que sea, quizá ha debilitado un poco,el gusto y el aprecio por la misma. A todos aquellos que quieran saber más sobre mi punto de vista a respecto, los invito a que lean mis artículos en el portal de FORBES, al respecto.



Puedo decir que se trata de una novela con personajes entrañables y vivos, que siento muy cercanos, por su similitud con mi vida misma. Todos tienen un equivalente, en mi recuerdos, menos Sam. Desafortunadamente para mí, ese periodo de mi vida se caracterizo por estar plagado de soledad, lectura, introspección y un accidente que marcó y delimitó el sentido de mi vida para siempre. No me quejo: ¡hoy mi vida está llena de bendiciones! Y pienso, como dice la canción de George Harrison, que "todas las cosas deben pasar, como deben pasar".



Veo en Las ventajas de ser invisible un espejo de mi pasado. Y me parece que muchas personas hallarán en él, un estupendo ejercicio de memoria y autorreferencia, algo por supuesto siempre se agradece.



NOTA: Si aún no has visto la adaptación cinematográfica, que corre a cargo, del mismo autor, pues dale click aquí. 

Comentarios

El zarco5000 dijo…
Creo que en algún momento de nuestras vidas todos hemos querido ser escritores, o por lo menos escribir algo trascendente....

Entradas más populares de este blog

Jesús: una historia de iluminación

Trece latas de atún

Piensa diferente, vive diferente