Desgracia

Desgracia
J.M. Coetzee
Miguel Martínez-Lage (Traductor)
MONDADORI
Barcelona, 2000



A los 52 años; David Laurie tiene poco de que enorgullecerse. Con dos divorcios a sus espaldas, apaciguar el deseo es su única aspiración; sus clases en la universidad son un mero trámite para él y para sus estudiantes. Cuando se descubre su relación con una alumna, David, en un acto de soberbia, prefiere renunciar a su puesto, tras 25 años de cátedra, antes que disculparse en público. Rechazado por todos, se va de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, y va a visitar a su hija Lucy, a quien tiene tiempo que no ve, y con quien no se lleva del todo bien.

Allí, en una sociedad en donde los códigos de comportamiento, sin importar si son de negros o blancos, han cambiado; donde el idioma es una herramienta viciada que de poco sirve en este mundo naciente, David verá sacudirse todo su mundo en una tarde de violencia implacable.

Con esta anécdota, Coetzee nos lleva a una de esas novelas subyugantes que a él le salen tan bien. Al tiempo que nos cuenta un poco de la situación actual de su país de origen, Sudáfrica; y aborda con maestría el tema de la nostalgia y la desazón de los tiempos modernos, en donde pareciera por una parte que el tiempo no ha transcurrido como debería; o muy por el contrario se ha movido con una velocidad, que al protagonista simplemente se le escapa como agua entre las manos.



Estamos ante un gran autor, que ve en la condición humana contemporánea sólo desgracia.

A mí me ha parecido extraordinaria, aunque como que a la mitad de la novela, la trama decrece un poco y se torna un poco sosa, aunque quizá esta sea la intención estética de Coetzee.

Cada que leo una novela de él, sé que me voy a topar con su más grande obsesión que es la nostalgia y la desolación en la que siempre se hallan sus personajes. No es una novela recomendable para gente que ande instalada en la depre. Aunque podría funcionar en una suerte de catarsis. Desgracia nos hace ver todo ese Paraíso que hemos ido destruyendo, desde lo natural, hasta lo espiritual. Confieso que lloré un poco durante su lectura, y que siendo maestro de comunicación, como Laurie, me da un poco de miedo terminar como él.



Existe una adaptación cinematográfica, en donde Malkovich, es David Laurie, para quien le interese, aquí les dejo la liga, por si quieren verla en línea: http://peliculas21.biz/desgracia.html

Comentarios

Marilui dijo…
Lo leeré

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