La pérdida de El Dorado



La pérdida de El Dorado
V.S. Naipaul
Traduccion: Flora Casas
Editoral DEBATE

La búsqueda de sus orígenes lleva al célebre escritor inglés de origen Hindú, hasta la exótica isla caribeña de Trinidad en donde naciera en 1932, y en donde viviría hasta 1950, cuando solicitó al gobierno inglés una beca de estudios. La pérdida de El Dorado es una suerte de doble búsqueda.


Por una parte un novelista busca en la historia de Trinidad sus orígenes más remotos. Por otra, una pléyade de personajes -entre reales y ficticios- buscan con desesperación la mítica cuidad de El Dorado, que según narra la leyenda Inca, se hallaba por estas latitudes.


El primero en caer en la tentanción de la búsqueda es el no menos mítico Sir Walter Ralehg, quien terminará sus días loco y en la más indigna de las miserias en la Torre de Londres. Tras de él, un sinfin de personajes entre españoles, fraceces y ingleses, que hayan en Trinidad su terrible destino.

Compleja desde su historia fundacional, en donde la avaricia de los ingleses; la impericia militar española, y el oportunismo de los franceses, muestra la cruenta imagen de la conquista de América, 500 años de injusticia, luchas rapaces, racismo excacerbado y derramamiento innecesario de sangre. En donde los peores defectos humanos como la avaricia y el egoísmo son retratados aquí, a manera de crónica de indias, por una pluma que se hiciera con el Premio Nobel de Literatura en 2001, y que ha publicado más de 40 novelas; aunque en México sólo se conoce ésta y un nuevo título que anda por ahí perdido en las librerías de saldos. Una verdadera lástima, porque la verdad sus lectura es muy intensa, además de muy erudita en lo que se refiere a Historia de la Conquista de América.

Me pareció interesante el planteamiento: un escritor de ascendencia Hindú, radicado en Inglaterra, que desde allá hace un viaje en el tiempo de quinientos años, sólo para entender un poco cuáles fueron sus orígenes. ¡Qué maravillosa novela histórica!

 Una novela con el tono de Crónica de Indias y con el pulso dramático de una tragedia de Shakespeare. Llena de personajes obsesionados y obsecados con un Dorado que lejos de presentárseles, desaparece ante sus incrédulos ojos.

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