Viajeros

Viajeros.
Los mejores relatos de viajes de
Carlos Castán, José Luis Corral, Jack Kerouac, John Updike y Evelyn Waugh.
Quinteto.
2003.

Compilación malograda de relatos de viajes. En donde lo que se busca es darle al lector una muestra de la profunda y conceptual relación que existe entre la literatura y el viaje. Y si bien es cierto que sólo los dos primeros cuentos El andén de nieve y Los viajes del Cid, de Carlos Castán y José Luis Corral, respectivamente, las únicas dos narraciones dignas de estar en un antología de esta índole; la idea en el fondo no es mala. Pero hubieran agarrado otros cuentos, o de plano otros autores.

El libro apareció en junio de 2003 con motivo del año y medio de la existencia de la editorial Quintento, que es producto de un esfuerzo conjunto por parte de cinco editoriales españolas independientes: Anagrama, Edhasa, Salamandra, Tusquets, El Aleph y Península. Del libro me gustó una parte del prólogo que ahora mismo pasó a transcribir.

Cien títulos en ese año y medio escaso no son pocos, es cierto, y de hecho suponen en sí mismos un conjunto de viajes posibles diverso y apasionante. Es más, hace apenas tres o cuatro siglos, cien libros pasarían por ser la medida de la biblioteca de una persona culta. Hoy, los tiempos son otros, y las bibliotecas particulares han alcanzado una variedad y diversidad de una riqueza como nunca había conocido la humanidad. De forma similar, viajar es, qué duda cabe, más fácil y asequible que jamás en la historia, aunque tal vez no tan cómodo ni desde luego tan romántico como en los tiempos de la vela o el vapor. Forma todo ello parte de las contradicciones y apresuramientos de nuestro tiempo. Es más fácil viajar, pero la experiencia se nos antoja menos maravillosa que en el pasado. Hay más libros a nuestro alcance que nunca, pero apenas encontramos el tiempo para atender a tanta posibilidad desplegada frente a nuestros ojos. Y sin embargo, el viaje sigue siendo placentero y el libro sigue siendo necesario.

He decir que nunca he sido fan de los escritores norteamericanos: Jack Kerouac ni de John Updike, y los cuentos que aparecen aquí me confirman en esa opinión. Sus relatos me parecen llenos de digresiones innecesarias y redundantes. Además de que están desbordados por referencias que sólo podrían interesarle a un viajero gringo, que no busca en los lugares que visita más que el encuadre adecuado para una postal. Mientras que Etiquetas del escritor inglés, Evelyn Waugh, me parece bastante despectivo con respecto a lo que narra, un par de semanas por la península Ibérica. El autor se pone en el papel del inglés culto y civilizado que no deja de asombrarse ante la barbarie que representan para él las ciudades de Sevilla, Gilbraltar y Lisboa. En el cuento no hace más que “etiquetar” mal plan todo lo que ve.

Lo bueno de todo esto es que el libro me costó diez pesos, así que no se perdió mucho. :)