Diana o la cazadora solitaria


Diana o la cazadora solitaria

Carlos Fuentes

Alfaguara


Con motivo de los 80 años de Carlos Fuentes todo el mes de noviembre se llevarán a cabo una serie de actividades culturales en la Ciudad de México, mismas que pueden ser consultadas en la página www.carlosfuentes.com.mx


En Radio Mexiquense me ha tocado a mí cubrir varios de los eventos de la celebración. Entre ellos el Congreso Internacional “La región más transparente, 50 años después”, que se realizó simultáneamente en el Instituto de Investigaciones Filológicas y la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional Autónoma de México, la semana pasada. Mismo que concluyó con una conferencia magistral del propio Fuentes, en donde narró —con la lucidez que lo caracteriza— partes de su vida; sus enseñanzas con don Alfonso Reyes y su vida en la capital mexicana, que fueron los elementos que lo llevaron a escribir tan célebre y celebrada novela 50 años atrás.


Por mi parte, deseo rendirle el mejor homenaje que se merece uno de mis autores favoritos: leer parte de su obra en este mes. Para tales efectos he comenzado con Diana o la cazadora solitaria, en donde narra la intensa y efímera relación que sostuviera con Jean Seberg, a finales de la década los 60 y principios de los 70, durante la estadía de la actriz norteamericana en nuestro país para la filmación de una película.


La novela es de las más fáciles de leer del autor. Aquí el tono autobiográfico predomina y sirve de pretexto para hablar del entorno social y cultural de la época. Los personajes reales aparecen con su nombre, como es el caso de María Luisa “La China” Mendoza, Gustavo Sainz, José Agustín y Parménides García Saldaña, por mencionar algunos.


Y en cuanto al romance, Carlos Fuentes aparece como él mismo, pero Jean Seberg aparace como Diana Soren. En la novela Fuentes deja ver pasajes de su vida amorosa anterior y posterior a esta relación —que lo dejará profundamente herido, tanto así que el mismo autor dice que tiene que escribir esta novela para exorcisar el dolor y la memoria—, llena de contradicciones, equívocos y excesos. En ese sentido, esta novela se lee como uno de los chismes mejor contados en la literatura mexicana. Inédita por este tono tan coloquial y cercano a la vida del autor, Diana o la cazadora solitaria es también una hermosa disertación de Fuentes y la importancia suprema que la literatura tiene para su existencia. “En mi vida privilegio la literatura por sobre todas las cosas, porque creo firmemente que sólo la literatura puede darme alguna luz de lo qué es mi vida”.


Excelente si el lector quiere darse una idea de la vida personal de Carlos Fuentes a principios de los 70, y de paso tener un panorama interesante de la vida cultural y social de México en ese periodo, narrada por uno de sus protagonistas más importantes.



De Authomathic for the people

Comentarios

Enrico dijo…
Me gusta mucho ese libro porque es una visión de la sexualidad masculina, de la obsesión y de los celos descarnados. Quien haya sufrido por un amor irracional, encontrará sosiego en estas páginas. Independientemente de la historia real alrededor de los personajes. Saludos Salvatore y felicidades por el pequeño Juan Salvador.
Humanoide dijo…
¿como le va, colega? ¿Ya le conté que tuve oportunidad de conocer personalmente a carlos fuentes? a decir verdad, me parece un tipo extraordinario y sus discursos de una lucidez brillante, aunque, a decir verdad, sus libros me aburren bastante. ¿contradictorio, no?

en fin, le dejo un saludo grande.
Dolores Garibay dijo…
En efecto, el libro es muy sencillo de leer. LAs historias de amor dramáticas tiene su encanto peculiar.

Fuentes ha sido desde hace varios años, uno de mis autores predilectos.

Saludos y besos chilangos :)

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