Ikigai. Los secretos de Japón para una vida larga y feliz.

 Ikigai. Los secretos de Japón para una vida larga y feliz. 

Héctor García (Kirai) y Francesc Mirelles 

Urano 

2016


¡Este sin duda es el libro más hermoso y lleno de sabiduría que he leído en este año 2021! Son de esos libros que no te esperas que sean un verdadero compendio de profunda sabiduría milenaria. En ese sentido, agradezco a los autores Héctor y Francesc por haber hecho la investigación, el "sacrificio" de viajar a Japón y redactar finalmente tan bello ejemplar. 

Ikigai: se puede traducir como "la felicidad de estar siempre ocupado". Pero no se trata de ocuparse en cualquier cosa, sin en las que te apasionan y te hacen sentir que tienes un propósito por el cual vivir. Creo en en Occidente estamos tan enfrascados en esto de la Plandemia que nos estamos perdiendo la hermosa oportunidad que la vida nos ofrece cada día de ser felices y longevos. 

Los autores viajaron a Okinawa que es una de las regiones del mundo en donde se presenta una marcada tendencia a la longevidad, muy por el encima del promedio mundial: la mayoría de sus habitantes sobrepasa los 100 años, y siguen activos y felices hasta sus últimos días, sin reportar síntomas de depresión, demencia senil o muertes por enfermedades que en occidente son comunes. 

Pero, entonces, ¿cuál es el secreto de esta longevidad feliz? A veces la respuesta más sencilla es la mejor para describirlo: la mayoría de ellos se mantiene activo toda su vida, forja fuertes vínculos con los miembros de su comunidad, come menos de lo que requiere, sonríe y se siente agradecido con la vida en tiempo presente. 

Son muchas y hermosas las frases que podría rescatar de este libro, pero quizá la que engobla mejor la filosofía que hay detrás del Ikigai es la siguiente de Friedirch Nietzche: 

"Quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo". 

Un libro que perfectamente puede ser una guía no solo para vivir más, sino para vivir mejor, siendo plenamente felices en el proceso. 

¡Joya!



Terminaremos este viaje con diez leyes extraídas de la sabiduría de los ancianos de

Ogimi:

 1 Mantente siempre activo, nunca te retires. Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Por eso, incluso después de haber terminado la vida laboral «oficial», es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo.

 2 Tómatelo con calma. Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: «Caminando despacio se llega lejos». Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.

 3 No comas hasta llenarte. También en la alimentación para una vida larga, «menos es más». Según la ley del 80 %, para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrarse hay que comer un poco menos del hambre que tenemos.

4 Rodéate de buenos amigos. Son el mejor elixir para disolver las preocupaciones con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar... En suma, vivir.

5 Ponte en forma para tu próximo cumpleaños. El agua se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad.

 6 Sonríe. Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.

7 Reconecta con la naturaleza. Aunque la mayoría de seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la naturaleza. Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma.

 8 Da las gracias. A tus antepasados, a la naturaleza que te provee aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace sentir dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad.

9 Vive el momento. Deja de lamentarte por el pasado y de temer el futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado.

10 Sigue tu Ikigai. Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo hasta el final. Si no lo has encontrado aún, como decía Viktor Frankl, tu próxima misión será encontrarlo. 










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