Buena literatura erótica mexicana.
Los nombres del aire. Alberto Ruy Sánchez Punto de lectura. 1987. La novela con la que se abre el ciclo de Mogador, ese lugar imaginario en donde la sensualidad y el deseo están bien resguardadas por las murallas que lo separan del resto del mundo, es sin lugar a dudas todo un deleite para lo sentidos. Creo que una de las cosas más complejas de escribir son precisamente las eróticas y sensuales. Sin embrago, en esta novela con la que el autor obtuvo el prestigiado premio Xavier Villaurrutia, y me parece que el tono y el lenguaje no sólo son los adecuados, sino quizá los únicos posibles para conjurar la fantasía con el deseo de una manera extraordinaria. La bella joven Fatma sufre desde su balcón de la AUSENCIA de alguien a quien desea, pero a quien aún no conoce. Y será esta condición ausente la que suscitará los más extraños comentarios entre los habitantes de Mogador. Todos sin excepción se aventuran a especular una posible causa: algunos piensan que está enferma de un mal incurable;...