¡Soñar está permitido!
El tallador de sueños
Diana Cohn
Amy Córdova (Ilustración)
Destino, 2002
Al igual que su papá y su abuelo, Mateo se dedica a tallar pequeños juguetes de madera que su familia vende en las fiestas de su natal Monte Albán, Oaxaca. En secreto, Mateo sueña con cabras color buganbilia con manchitas de color verde cactus, liebres con capas anaranjadas y gatos morados con manchas tan amarillas como el elote. Cuando le cuenta a su papá el tipo de animales que quiere tallar, éste se opone. Dice que esa no es la tradición que le ha enseñado. Pero Mateo no puede dejar de soñar. Y el día de la próxima fiesta, Mateo le dará vida a sus sueños.
"Por cientos de años, quizás miles, los oaxaqueños han tallado juguetes para niños, figuras y máscaras religiosas en madera. Sin embargo, el estilo dominante hoy en día, los alebrijes, fue originado por un solo hombre: Manuel Jiménez.
"Fue él quien usó por primera vez la madera que ahora emplean todos los talladores: el copalillo. Se atrevió a ir más allá de la tradición popular de los juguetes miniatura y estableció el mercado internacional para los talladores que han venido después.
"No fue fácil. Por 35 años, Jiménez fue uno de los campesinos más humildes de un pueblo muy pobre. Cuando era niño ordeñaba cabras y hacía modelos en barro de su manada. De joven se iba descalzo a las montañas a buscar hierbas y saltamontes para alimentar a su rebaño. Incluso en una familia exitosa de talladores, todos deben cooperar: el papá y los hijos tallan, la mamá y las hijas pintan y los niños pequeños y los viejitos lijan las figuras".
Inspirado en la historia del célebre artesano oaxaqueño de alebrijes, Manuel Jiménez, El tallador de sueños ofrece un mensaje sencillo, pero contundente: sigue siempre tus sueños sin importar que tan descabellados sean. Las llamativas ilustraciones a cargo de Amy Córdova dan vida a los personajes y los diferentes escenarios. Mientras que el epílogo, escrito por Shepard Barbash, cuenta brevemente la historia sobre los orígenes de esta magnífica forma de arte mexicano.
Es un hermoso libro infantil que al mismo tiempo es una bellísima pieza artesanal. Recomendable para todo aquel que ame la belleza y guste de buscar en sus sueños su verdadero potencial.
Diana Cohn
Amy Córdova (Ilustración)
Destino, 2002
Todo lo que puedas hacer, o todo lo que puedas soñar, hazlo. La valentía trae consigo talento, poder y magia. Empieza ahora. Goethe
De Lobo estepario
Al igual que su papá y su abuelo, Mateo se dedica a tallar pequeños juguetes de madera que su familia vende en las fiestas de su natal Monte Albán, Oaxaca. En secreto, Mateo sueña con cabras color buganbilia con manchitas de color verde cactus, liebres con capas anaranjadas y gatos morados con manchas tan amarillas como el elote. Cuando le cuenta a su papá el tipo de animales que quiere tallar, éste se opone. Dice que esa no es la tradición que le ha enseñado. Pero Mateo no puede dejar de soñar. Y el día de la próxima fiesta, Mateo le dará vida a sus sueños.
"Fue él quien usó por primera vez la madera que ahora emplean todos los talladores: el copalillo. Se atrevió a ir más allá de la tradición popular de los juguetes miniatura y estableció el mercado internacional para los talladores que han venido después.
"No fue fácil. Por 35 años, Jiménez fue uno de los campesinos más humildes de un pueblo muy pobre. Cuando era niño ordeñaba cabras y hacía modelos en barro de su manada. De joven se iba descalzo a las montañas a buscar hierbas y saltamontes para alimentar a su rebaño. Incluso en una familia exitosa de talladores, todos deben cooperar: el papá y los hijos tallan, la mamá y las hijas pintan y los niños pequeños y los viejitos lijan las figuras".
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