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Mostrando las entradas de noviembre, 2006

Villaurrutia revisited.

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Xavier Villaurrutia: ...y mi voz que madura. Roxana Elvridge-Thomas (compiladora) CONACULTA Ensayo 2003. Uno de los poetas mexicanos más importantes de la primera mitad del siglo XX es revisitado por Cuitláhuac Quiroga, Alejandro Fuentes, Epigmenio León, Elvia Navarro, Lourdes Rangel, Donaji Cuéllar, Hernán Bravo Varela y Noé Carrillo Martínez. Resulta interesante ver como escritores, narradores y poetas de mi generación hallan puntos colindantes de su obra con la de Villaurrutia. Además de que indagan en sus procedimientos literarios y sus temas obsesivos: como lo son la muerte y la fascinación ante la nada y el sin sentido de la existencia humana. Villaurrutia es sin duda, junto con Salvador Novo , uno de los líderes del importante grupo sin grupo: "los Contemporáneos", que dieron a las letras mexicanas una nueva visión cosmopolita y vanguardista. Para muchos, público y crítica especializada, el quehacer de Villaurrutia es perfecto y posee una voz única en el panorama de l

Macario

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Macario B. Traven SELECTOR. Macario es una de las historias que más me gustan. Me gusta mucho la manera en que está contada, con su sencillez de recursos estilísticos, pero con una profundidad temática impresionante. Su línea argumental es en extremo sencilla: Macario es un pobre indígena que vive con muchas premuras y hambre, debido a que tiene esposa y once niños que mantener. Su única ilusión en la vida es poderse comer él solo un guajolote entero. Un día su mujer -quien lo ama profundamente- logra conseguirle uno y se lo cocina con la finalidad de que Macario "no se vaya de esta vida, sin siquiera un mínimo goce". Cuando Macario se interna en la selva para disfrutar de su amoroso obsequio se le aparecen tres personajes: el Diablo, el Hijo de Dios y la Muerte, quienes le piden que comparta con ellos un poco de su pavo. El indio se niega con los dos primeros -usando argumentos muy bellos e inteligentes- pero acepta con la Muerte, quien como muestra de agradecimiento le da

La muerte tiene permiso.

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La muerte tiene permiso. Edmundo Valadés. F.C.E. 1955. Uno de los mejores cuentistas mexicanos del siglo pasado, que logró un estilo muy depurado y directo, debido a su ejercicio cotidiano de la escritura como periodista. Este libro es todo un clásico en nuestra tradición y será el libro publicado -hace 51 años- con el que iniciará su interesante obra literaria. La realidad que aparece en este volumen es cruenta, sórdida y descarnada como la muerte misma. Su prosa es impecable; las tramas de un intensidad dramática considerable y las resoluciones en muchos de los casos son impecables. Hay en su manufactura toda la maestría de un gran escritor, que a la fecha de publicación contaba con 40 años. Este libro deja en claro que la literatura y el periodismo están hermanados por el adecuado y profundo uso del lenguaje para entender, ordenar, crear e informar la realidad. Además nos deja muy en claro que contar un cuento no es cosa fácil. Cualquiera no enterado del quehacer literario podría p

Peón aislado. Ensayos sobre ajedrez

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Peón aislado. Ensayos sobre ajedrez. Luis Ignacio Helguera. Pértiga/ Océano/ UNAM. "El ajedrez es la única manera civilizada de hacerle la vida imposible al prójimo". El ajedrez ocupa una parte muy importante de mi vida, desde que cumplí 11 años y el entrañable maestro Jorge Raigadas me enseñó a jugarlo, y me preparó para competir en un torneo que había entre secundarias. En aquella ocasión obtuve el segundo lugar en la zona Sur, y el séptimo en todo del Distrito Federal. Sin embargo, a mí no me ha interesado tanto profundizar en el terreno del ajedrez como deporte competitivo. En donde por cierto hay un mar de grandes maestros, campeones y ex-campeones del mundo, cuyas vidas son digas de una novela: tan maravillosa como la de La partida de ajedrez de Stefan Sweig o La defensa de Vladimir Nabokov . A mí siempre me ha llamado la parte artística y cultural del juego-ciencia, siendo así que siempre he preferido leer una novela sobre el juego, que un libro técnico en donde de e

En los labios del agua.

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Alberto Ruy Sánchez. En los labios del agua. Alfaguara. 1996. “No hay enfermedad, ni muerte, estando el cuerpo caliente.” Garci Salvatores. Segunda novela de la saga de Mogador —esa ciudad amurallada en donde impera la imaginación, el lenguaje y el deseo, construcción erótica, lúdica y literaria—misma a la que pertenecen las novelas Los nombres del aire (1987), Los jardines secretos de Mogador (2001) y Nueve veces el asombro (2005). En los labios del agua (ganadora en su edición francesa el prestigioso Prix Trois Continente ) narra la búsqueda de un joven mexicano, Juan Amado González, del trabajo de un antiguo calígrafo, Aziz Al Gazali, que escribió en Mogador, Los nombres del aire y varias obras más sobre el deseo. Nueve mujeres dibujan sobre su cuerpo la espiral de los sueños que lo orientan y lo confunden. La creación de un lenguaje lleno de poesía e imágenes profundamente sensuales, es una de los principales aportaciones de esta segunda entrega de la saga; y para muestra

La caja de plata.

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La caja de plata. Luis Alberto de Cuenca. Fondo de Cultura Económica (España). Poesía. 2003. Caminando muy contento por uno de los pasillos de la megabiblioteca José Vasconcelos me topé con este poemario. La verdad no tenía ni idea de lo que me podría hallar en sus páginas, pero puedo decir que se trató de un gratísimo descubrimiento. La poesía luisalbertiana es una poesía muy refrescante porque está llena de referencias a otros poemas, autores y obras. En ese sentido puedo decir sin temor a equivocarme que el poeta español es seguramente ante todo un amante de la literatura; y que lejos de esconder sus influencias como la mayoría, él prefiere mostrarlas abiertamente y mostrar cómo han sido asimiladas en su propio proceso creativo. Además de eso tienen un gran sentido del humor: busca desacralizar a la poesía y mostrarla como una forma más dinámica y pura de manifestar los sentimientos humanos. Él se ve a sí mismo como un poeta menor alejado del glamour, la métrica exacta y la solemnid