Tanta memoria

Tanta memoria
Sonia Silva-Rosas
Fondo Editorial Tierra Adentro 245
CONACULTA
2002


Dzika róza de Monika Osowicz



RASGUÑO DE LUZ EN EL VACÍO
                                               Para Jaime Urueta

Succiona el ombligo de la tierra
bebe de ella esa primer sombra
que dibuja el tiempo sobre la espalda de los días
deja que sus raíces abracen tu débil adentro
y cuando sientas que a punto estás de quebrarte
abre tu memoria y deja caer
                                           lentamente
                                                            las horas.


Testifica la muerte de mi sangre
de la voz que se torna en mí ceniza
del minuto que se ahonda
en esta orilla olvidada por Dios Padre.
Descúbreme en el costado herido del tiempo
ese tiempo que atornilla su rostro a tu rostro
esparce mis restos   libéralos
desnuda las palabras                      nómbrame
fatigada estoy de ser rasguño de luz en el vacío
de llevar mis muertos anclados al pecho.


Ábreme la memoria
parte en dos la imagen de mi yo niño
bórrame del pensamiento de mi madre
y lánzame de nuevo al exilio.


Cuando mi peregrinar finalice
succionaré contigo el ombligo de la tierra
para dibujar mi sombra
                                    en la espalda de los días.




TANTA MEMORIA
                                                   Para  Gabriel Cruz
Cuando aprenda a morir
sin llevar tanta memoria encima
y santifique mis heridas
transforme mi polvo en polvo
y encuentre la palabra
en la que deba encerrar la pérdida
                                                     de mi inventario.


Cuando tenga en mis manos
ese hilo que deshilvana las tardes
y entienda que los días pasaron
fueron sólo uno envuelto
                                      en distintas contradicciones.


Cuando los cuervos escarben de mis ojos
el tono gris del paisaje
y sobre mí se confundan los pasos del resto
de los que aquí se quedan
de los que aún luchan.


Entonces   sólo entonces
comprenderé que siempre estuve muerta
que llevé la soledad atada a mi cuerpo
con ese hilo que viste tardes                     noches
generaciones enteras.


Entenderé que de nada sirve
la beatificación del dolor
pues del dolor tomó forma mi polvo
y con dolor me arrancan  de las palabras.


Y nada podré hacer con tanta memoria
aprenderé a morir
y a escuchar lo que de mí
tal vez     se diga.

Según el crítico y también poeta, Will Rodríguez, el poemario puede ser visto así:

"Tras la ventana del pasado o del presente -según el sueño lo disponga- la autora de Tanta memoria observa cómo el cuerpo se transforma en universo, paraíso de luz, herida y sombra. Con un lenguaje predominantemente espiritual, contemplativo, hasta cierto punto evangélico, convoca a descubrir ese alguien que nos sueña entre la multitud de almas derrumbadas, para así, frente a frente, lograr la fusión del alma y el placer.


Dividido en tres capítulos: Tanta memoria, Tanta mi lengua y Pan de mi cuerpo, el poemario se descifra con la nostalgia de lo no vivido, la reflexión del presente onírico y el sabor del deseo consagrado, más allá del tiempo..."


Desde mi humilde punto de vista puedo decir que es altamente disfrutable, sensual y sencillo en sus formas, pero con una gran profundidad en las emociones que logra evocar en el lector.



I save lives de Eric Cantu
Un poemario para leer en estas tardes lluviosas acompañado de una buena taza de café. Y que me hace pensar que este mundo necesita más poesía.

Si estás más interesado en la autora, porque no visitas su propio blog. 

Un librito más que me echo cortesía de la Biblioteca Vasconcelos. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Jesús: una historia de iluminación

Trece latas de atún

Piensa diferente, vive diferente