La cultura financiera: una herramienta indispensable en la era globalizada.

Padre rico, Padre Pobre.
Robert T. Kiyosaki
Sharon l. Lechter
Aguilar


“La razón principal por la cual las personas luchan financieramente, es porque han pasado años en los colegios, pero no aprendieron nada acerca del dinero. El resultado es que aprenden a trabajar por el dinero...pero nunca aprenden a tener dinero trabajando para ellos”.

Bajo el panorama de la era de la información, en donde la posesión de la misma significa poder, es importante para cada uno de los habitantes del mundo globalizado interesarse un poco por el mundo de las finanzas y la economía, en función de obtener mejores dividendos en el ámbito de lo profesional y lo personal.

Los profesionistas que están egresando de las universidades en todo el mundo se enfrentan ante la más cruda de las incertidumbres: no saben si conseguirán un buen empleo, que les permitirá vivir dignamente, y de ser así, no saben si ese empleo tendrá algo que ver con lo que estudiaron. Cuántos de nosotros no hemos escuchado la típica historia del Doctor en Filosofía que trabaja en un taxi para más o menos poder ir sobreviviendo. ¿A qué se debe esto?

La respuesta desde la perspectiva de Robert Kiyosaki es muy simple: pasamos un tiempo considerable en las universidades aprendiendo acerca de diversas disciplinas, menos de una de las más importantes: qué es el dinero y cómo funciona. La mayoría de nosotros (Los egresados de las universidades) tenemos una preparación a medias acerca de nuestra propia disciplina, llámese esta comunicación, derecho, pedagogía o maestro normalista, porque la mayoría de las carreras no le dan el tiempo suficiente a cada una de las asignaturas. Ahora sí a esto le agregamos que en ninguna de esas carreras nunca nos enseñan qué es el dinero, y cómo podemos ponernos en el papel de un empresario. La verdad sea dicha, en las universidades nos enseñan a cómo trabajar por el dinero; pero nunca cómo hacer que el dinero trabaje para nosotros. A lo que voy es que la mayoría de nosotros estamos capacitados para trabajar para la empresa de alguien más, pero difícilmente piensa en crear su propia empresa, porque no cuenta con la cultura financiera para hacerlo.

El libro de Padre rico, padre pobre es uno de los libros más vendidos en Estados Unidos, en los últimos siete años. Y ha sido avalado por los especialistas financieros de periódicos de prestigio como The New York Times y The Wall Street Journal. Y resulta interesante por dos cosas fundamentalmente: la primera es que está escrito con una sencillez que permite al lector lego en asuntos financieros adentrarse al importante mundo del dinero. Y la otra y no menos importante, nos ofrece la posibilidad de cambiar nuestra forma de pensar respecto a muchas cosas importantes, pero sobre todo en dos muy importantes: la educación que se imparte actualmente en las universidades; y la manera en que la gente que pertenecemos a la clase media y pobre pensamos.


¿La educación superior está adecuada a la era que vivimos?


La respuesta indefectiblemente es no. Y no lo está por dos sencillas razones. La primera — según los autores de este best-seller— , idea con la cual personalmente concuerdo es que en la universidad nunca nos enseñan la importancia del dinero; y sólo nos enseñan a trabajar por el dinero, dar nuestro trabajo para enriquecer a alguien más. No nos enseñan nada del flujo del dinero, ni lo que es un pasivo o un activo. Nunca impulsan nuestra capacidad creativa para formar nuestra propia empresa y hacer dinero de eso.

La mayoría de nosotros estamos condenados a pertenecer a la clase media o pobre, pero no por culpa de los ricos, o siquiera el Gobierno. Lo seremos porque tenemos la mentalidad de clase media y pobre, y uno es siempre lo que cree que es. Así que uno de los pasos más importantes para poder ser rico es como en todo: ¡CREERSELA!!Pero para poder asumirse como rico, hay un montón de cosas que tenemos que cambiar primero, como nuestra educación y nuestra forma de pensar.

Creo, como lo afirman los autores, que a nadie le caería nada mal unas clases de finanzas y economía, que le ayuden a poner en práctica su talento en aras de un enriquecimiento lícito, que le permita retirarse joven y seguir gozando de la vida, dejando tras de sí un patrimonio que puede perpetuarse por generaciones.

¿Quiénes son los autores de este libro?

Bueno, pues Robert Kiyosaki es hijo de una persona que fue director del sistema educativo de Hawai, que tenía doctorados en pedagogía, pero que nunca pudo salir de las múltiples deudas que fue contrayendo a lo largo de su vida. Porque como dice el dicho: “entre más ganas, más gastas”. Mientras que su padre Rico, era el padre de su mejor amigo de la infancia Mike, quien ni siquiera terminó la instrucción superior, pero que les enseñó a ambos lo qué es el dinero — en esencia una idea— y cómo poner a trabajar sus ideas (no sus cuerpos) en aras de obtener mejores dividendos económicos.

Hay datos duros en el libro que a cualquiera impresionan, como es el hecho de saber que más del 90% de la población mundial pertenecerá a la clase media y pobre, y conforme avance el tiempo la brecha entre pobres y ricos se irá incrementado. Es un hecho, que casi toda persona que nace hoy en pobreza extrema difícilmente podrá salir de ese círculo vicioso, al que Kiyosaki llama “la carrera de la rata”. Y para poder salir la única arma conocida es una educación que se adecue a los tiempos que corren, y que no sean arcaicas.

Kiyosaki se ha dedicado por más de 25 años a dar conferencias magistrales en las universidades, hablándoles a los jóvenes acerca de cómo pueden hacer uso de las finanzas y las herramientas económicas para enriquecerse explotando su talento.


“Hay mucha gente talentosa. De hecho, todos tenemos un talento. Entonces ¿por qué no todos nosotros somos ricos? Porque no sabemos nada de finanzas y dejamos pasar oportunidades, que los que sí saben aprovechan, aún sin ser tan talentosos”.


En muchas de sus conferencias Kiyosaki abre con una pregunta simple: ¿cuántos de ustedes podrían hacer una hamburguesa mejor que la de McDonald’s? Casi todos alzan la mano. Y es que es bien sabido que las hamburguesas de esta franquicia no son ni por mucho las mejores. Pero entonces, cuando casi todos ha alzado la mano, pregunta de nuevo ¿y quiénes de ustedes que tienen una hamburguesa mejor que la de McDonald’s pueden venderla con la misma facilidad, y no vender una, sino millones diarias? Ahí en donde la puerca tuerce el rabo, y ya nadie alza la mano. Y de eso se trata este libro, de una manera clara, con ejemplos sencillos, los autores exponen que con un cultura financiera sólida todos y cada uno de nosotros, podemos convertirnos en ricos y hacer que esa lana trabaje para nosotros y no al revés.

La contadora pública, Sharon L. Lechter, antes de ser co-autora de este exitoso libro, era una mujer interesada por las nuevas formas de enseñanza, y estaba dedicada a la creación de audio libros para niños y jóvenes, con información concisa e interesante sobre diversos tópicos, y junto con Kiyosaki ha publicado una docena de libros que los han colocado en los primeros lugares de ventas en Estados Unidos, de libros de no ficción.

Aclaración final

Confieso que a mí en lo particular este tipo de libros no me llaman nada la atención. Pero bueno, hay que conocer de todo y leer de todo un poco. Y es muy curioso ver cómo siempre de los best-sellers uno puede sacar ideas y reflexiones interesantes. Y eso que aún no comienzo en serio con mi investigación sobre esta poderosa veta comercial que son los autores del género. También quiero manifestar que creo que la mayor riqueza que un hombre posee no es el dinero, sino el conocimiento y la capacidad de aprendizaje. Y este libro es una muestra más de la vieja consiga: el conocimiento es poder, y conlleva siempre una responsabilidad.

Para mayor información checa la página del autor: www.richdad.com

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