Todo lo que sé de novela negra


Todo lo que sé sobre novela negra
P. D James
María Alonso (Traducción)
Ediciones B
Barcelona, 2010

Interesante tratado acerca del desarrollo histórico de este popular género literario, desde sus inicios formales a finales del siglo XIX, hasta la actualidad. Quizá lo que lo torna más atractivo es que no proviene de la visión de un crítico académico, sino de una de las autoras más prolijas de la novela detectivesca. Ensayo intimista que ofrece una visión "desde adentro" de uno de los divertimentos literarios con más adeptos a lo largo de casi un siglo y medio. 


“De modo que ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de ‘historia detectivesca’?¿En qué se diferencia del mainstream o a literatura general? ¿Y de la novela negra?¿Cómo comenzó todo? Las novelas que giran en torno a un asesinato atroz y cuyos escritores se proponen explorar e interpretar el peligroso y violento submundo del crimen, sus causas, sus ramificaciones y su efecto tanto en los perpetradores como en las víctimas, pueden cubrir el espectro extraordinariamente amplio de la escritura creativa que abarca las obras más excelsas de la imaginación humana. Es posible que, en efecto, haya un asesinato en el núcleo central de esos libros, pero en multitud de ocasiones no se crea un misterio en torno al ejecutor del crimen, y por lo tanto, no hay pistas ni detective.


"Aunque la narrativa detectivesca también puede, en los momentos culminantes, operar en un límite peligroso de las cosas, se diferencia de la literatura en general y del grueso de las novelas de misterio en que presenta una estructura muy definida y se ajusta a unas convenciones establecidas. Lo que podemos esperar es un crimen misterioso, normalmente un asesinato, en torno al cual se centra todo; un círculo cerrado de sospechosos, todos ellos con un móvil, medios y oportunidades para haberlo cometido; un detective, aficionado o profesional, que se aparece cual deidad vengadora para resolverlo; y, al final del libro, una solución a la que el lector debería poder llegar por deducción lógica a partir de las pistas introducidas en la novela mediante artificios engañosos pero sin olvidar las normas básicas del juego limpio".



En libro se hacen referencia a algunas obras como la Piedra lunar de Wilkie Collins de 1868, a la que T. S Elliot describió como “la primera, más extensa y mejor” de las novelas modernas inglesas de detectives. No será hasta 1887 con la publicación de Estudio en escarlata de Arthur Conan Doyle, en la que su célebre detective marcaría los estándares que rigen el género hasta nuestros días.



Con todo y sus detractores, la novela detectivesca está cada vez más consolidada. Cada vez son más los autores que se suman a los anales de este importante género popular que floreciera en las décadas de 20 y 30 del siglo pasado, gracias al trabajo de Agatha Christie y Dorothy L. Sayers, y que en pleno siglo XXI de hace cada vez más importante gracias a autores tan diversos como Henning Mankell y Petros Márkaris.




Para algunos, las convenciones propias del género suponen una traba creativa difícil de encarar. Sin embargo, para la gran mayoría de los buenos autores de este menospreciado género particularmente por la academia literaria han sabido valerse de esas mismas convenciones para innovar o crear giros dramáticos y estructurales inesperados.

Ahora mismo justo a fin de año estoy embarcado en una empresa de lecturas de este género, que me han servido de solaz y de horas de emocionantes acertijos intelectuales. Entiendo el porqué del desdén de la crítica especializada hacia este género popular. Pero me parece muy loable que exista. Porque como bien lo recalca P. D. James, si uno llega a un hotel desconocido y encuentra en su buró dos obras, una de ellas un gran clásico de la literatura Universal, y la otra una novela de Agatha Christie, lo más seguro que se decida en la mayoría de los casos por la segunda. Porque además de entretener lo hará pensar.


Comentarios

Interrobang dijo…
Es curioso como no dudo en zambullirme ante cualquier propuesta de novela negra pero sigo retincente a leer pensamientos o postulados de autores. Aunque por lo que dices este libro pueda ser interesante.
Saludos!
Salvatore dijo…
Por supuesto que la visión que nos ofrece P.D. James es subjetiva y parcial. No pretende en ningún momento ser un ensayo formal o académico. Al contrario es más bien la visión de una lectora apasionada del género, que mucho tiempo después, se convertirá en una celebrada autora.
Considero que es interesante conocer la visión de una autora del género, y la manera en que ella relaciona su propio trabajo con algunos de sus autores favoritos.

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