Harry Potter and the Order Of The Phoenix

Harry Potter and the Order Of The Phoenix
J. K. Rowling.
Scholastic.
870 p.p.
2003.

La quinta entrega de la saga pone de manifiesto varias cosas: primero lo bien planeado que tenía todo la autora desde un principio. Recuerdo que desde siempre ella mencionó que serían siete entregas de su historia: pasará lo que pasará. (Jamás imaginó que su libro sería el más vendido de la historia.) Aquí personajes secundarios que aparentemente no tenían mucha ingerencia en el desarrollo de la trama central adquieren matices distintos e interesantes. Tal es el caso de Neville Longbottom. Aquí también uno de los personajes clave de la trama pierde la vida. Uno de los personajes más allegados y entrañables para Harry.

Los ejes dramáticos comienzan a cruzarse para darle a cada una de las historias paralelas una fuerza sorprendente; misma que se ve reflejada en la trama principal que no es otra cosa que la eterna lucha entre de la luz y la oscuridad (al más puro estilo Star Wars) entre Harry Potter y el señor oscuro, Lord Voldemort.

Muchas cosas quedarán claras en este voluminoso tomo. Vemos la maduración de los personajes, al tiempo que vemos una depuración en el estilo de Rowling, mismo que parece mejorar en cada volumen. Pues aunque el libro es enorme (870 páginas); aquel que logra entrar en este universo de fantasía, imaginación y magia, ni las siente.

La historia es muy entretenida, además de que deja siempre una reflexión acerca de la magia que implica existir, sin pretenderlo. En ese sentido no se trata —como muchos de sus detractores han querido ver— de un libro para niños tontos y sosos que se dejan llevar por la enorme mercadotecnia entorno al personaje, que la hay, por supuesto. Pero de que existe una calidad literaria en el libro es innegable. ¿De qué otra forma se explicaría que millones de personas en el mundo renuncien a estar horas en la Internet; jugando algún video juego o simplemente viendo la televisión; a cambio de leer un libro tan grande?

La magia de Harry Potter en ese sentido es doble, porque por una parte se ha conformado en un verdadero libro generacional, cosa de la que mi generación careció. Nosotros en cambio, tuvimos nuestra película generacional (STAR WARS): también llena de mitología. Mientras que por otra ha logrado “por acto de magia” que millones de niños, adolescentes, jóvenes y adultos se pongan a leer, y descubran en la lectura ese placer del que tanto hablan las compañas en pro de la literatura.

Sólo por estas dos razones, no cabe duda que Harry Potter es uno de los magos más poderosos (y económicamente más redituables) de la historia.

Para aquellos que han leído los cuatro libros anteriores y se han ido sorprendiendo del increíble avance en cuanto a historia, maneras de contarla y desarrollo de personajes que representaron las anteriores entregas, pues déjenme decirles que el quinto ¡¡ES AÚN MEJOR! Más intrigas, más revelaciones, más acción y mayor suspense. Además de claves fundamentales que le dan sentido a lo que ha pasado; y lo que está por pasar.

Para aquellos que como el maestro de la poética mexicana, Eduardo Lizalde, no ven en esta obra más que un reflejo de la cultura masiva del consumo y la mercadotecnia, y por tanto, no piensan leerla nunca, les recomiendo que le echen un ojito, puede ser que la magia de este estudiante de quinto grado de la Escuela Howgarts de Hechizería y Brujería literalmente les encante.

Nota: Ojalá la película que se estrena el próximo mes esté la mitad de buena que el libro. Con eso me conformaría.