El goce supremo
El goce supremo
Sarah
Elisa Garcés (Traducción)
Quintento
2011
La historia de una chica de veinte años que busca desesperadamente el orgasmo. No lo halla ni un su primera; ni en su segunda o vigésima experiencia sexual. No lo halla con los jóvenes de la facultad donde estudia. No lo logra con algunos de sus amigos. Ni con los amigos de sus amigos.
La verdad es que ella vive en la desesperanza de que quizá el orgasmo ni siquiera exista en verdad: y se trate de uno de esos mitos que inventan los adultos para tratar de controlar a los más jóvenes e inexpertos.
Bajo el seudónimo de Sarah se oculta una joven de veinte años, licenciada en filosofía y estudiante del Instituto de Ciencias Políticas de París, que afirma: "Quisiera que la vida fuera un orgasmo perpetuo". Ha querido permanecer en el anonimato, fundamentalmente, según ha confesado, para no escandalizar a sus padres, que no conocen toda la verdad.
Escrito a la manera de un diario, El goce supremo, nos narra con lujo de detalles el despertar sexual de esta joven que busca como desesperada, primero dejar de ser virgen; y después tener un orgasmo.
El texto se deja leer muy bien. Aunque hay unas partes en donde ella platica con su mejor amiga Charlotte, sobre sus aventuras sexuales, que no vienen muy al caso. Me hubieran gustado´, en cambio, más escenas de filón erótica, pues están muy bien logradas. Muchas son bastante transgresoras, que es una de las características intrínsecas del erotismo, según George Bataille.
Me gustó que tras su intensa búsqueda, será un hombre de 50 años, André, quien la llevará no sólo a experimentar el tan ansiado orgasmo; sino a explorar sus más trastocadas fantasías. Además de que le escribe, breves, pero poéticas cartitas eróticas, que a ella la van encendiendo, y le muestran el poder que tienen las palabras adecuadas.
Un libro de esos que decía el maestro Juan José Arreola, para leerse con una sola mano. ¡A penas para esta Primavera que está que arde!
Sarah
Elisa Garcés (Traducción)
Quintento
2011
La historia de una chica de veinte años que busca desesperadamente el orgasmo. No lo halla ni un su primera; ni en su segunda o vigésima experiencia sexual. No lo halla con los jóvenes de la facultad donde estudia. No lo logra con algunos de sus amigos. Ni con los amigos de sus amigos.
La verdad es que ella vive en la desesperanza de que quizá el orgasmo ni siquiera exista en verdad: y se trate de uno de esos mitos que inventan los adultos para tratar de controlar a los más jóvenes e inexpertos.
Bajo el seudónimo de Sarah se oculta una joven de veinte años, licenciada en filosofía y estudiante del Instituto de Ciencias Políticas de París, que afirma: "Quisiera que la vida fuera un orgasmo perpetuo". Ha querido permanecer en el anonimato, fundamentalmente, según ha confesado, para no escandalizar a sus padres, que no conocen toda la verdad.
Escrito a la manera de un diario, El goce supremo, nos narra con lujo de detalles el despertar sexual de esta joven que busca como desesperada, primero dejar de ser virgen; y después tener un orgasmo.
El texto se deja leer muy bien. Aunque hay unas partes en donde ella platica con su mejor amiga Charlotte, sobre sus aventuras sexuales, que no vienen muy al caso. Me hubieran gustado´, en cambio, más escenas de filón erótica, pues están muy bien logradas. Muchas son bastante transgresoras, que es una de las características intrínsecas del erotismo, según George Bataille.
Me gustó que tras su intensa búsqueda, será un hombre de 50 años, André, quien la llevará no sólo a experimentar el tan ansiado orgasmo; sino a explorar sus más trastocadas fantasías. Además de que le escribe, breves, pero poéticas cartitas eróticas, que a ella la van encendiendo, y le muestran el poder que tienen las palabras adecuadas.
Un libro de esos que decía el maestro Juan José Arreola, para leerse con una sola mano. ¡A penas para esta Primavera que está que arde!
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