Un clásico norteamericano que vale la pena releer

Las aventuras de Tom Sawyer
Mark Twain
Editorial Época
México, 1970


Publicada originalmente en 1876, casi un siglo antes de que yo naciera, este libro que narra las travesuras infantiles de Tom y su inseparable amigo, Hucleberry Finn, en el pueblo de San Petersburgo, a las orillas del Mississipi, inspirado en Hannibal, que fue el pueblo donde Twain realmente creció.



En la escueta edición del libro que yo leí, el autor dice que casi todos los personajes de la trama sí existieron, a excepción de Tom, que es la mezcla de las personalidades y características físicas de tres de sus mejores amigos en la infancia. Como lo apunta el mismo Twain:

"La mayoría de las aventuras recopiladas en este libro son reales; una o dos las he vivido yo mismo; el resto son aventuras de muchachos compañeros de la escuela. Huck Finn es un personaje de la vida real; Tom Sawyer también pero no ha existido nunca: es la combinación de las características de tres muchachos a quienes conocí, y que juntos me han inspirado el personaje de esta historia.

Las raras supersticiones a que me refiero en algunos pasajes de este libro prevalecían entre los muchachos y los esclavos del Oeste en la época de esta historia; es decir, hace treinta o cuarente años.

A pesar de que mi libro está escrito especialmente para entretenimiento de niños y niñas, deseo que también lo lean hombres y mujeres, pues mi propósito, al redactarlo, ha sido recordarles a los adultos, de forma agradable, cómo eran en su niñez, cómo se sentían, pensaban y hablaban y las extrañas empresas que su espíritu aventurero les llevaba a veces a realizar".


Está de más decir que estamos ante un clásico norteamericano, que inauguró prácticamente la narrativa norteamericana del siglo XX; y que ha sido adaptada a los más diversos formatos: radionovela, series animas de televisión y películas.



Hallo una hermosa remembranza de mi infancia, al recordar a la serie animada japonesa de los 70, que fue mi primer acercamiento a este clásico contemporáneo y después a la no menos surrealista adaptación cinematográfica mexicana, en donde Tom Swayer es encarnado por Juliancito Bravo.



Las aventuras de Tom Sawyer es un clásico que chicos y grandes deben leer y conocer. Por el simple hecho, de que Twain creó un estilo narrativo que sería muchas veces tratado de imitar, sin buenos resultados. Además de que nos muestras las travesuras de un niño de finales del siglo XIX, que tan sólo un siglo después resultan impensables, debido a su enorme carga de inocencia.

Creo que estamos viviendo la pérdida de la inocencia por parte de los niños y los jóvenes, a quienes prácticamente es imposible sorprender o comparar con los niños y jóvenes de hace un siglo en Estados Unidos. En ese sentido, la novela nos muestra un mundo que ha fenecido para dar paso a la vorágine mediática y violeta en la que nos hemos convertido.



Y como ayer fue el Día del Niño, aquí en México, pues que mejor que releer a uno los libros que más me gustaron de cuantos leí en la secundaria; y que ahora que lo he visitado bajo el tamiz del tiempo, pienso que es un gran libro y estoy muy orgulloso de mi hijo, Juan Salvador que lo escogió en la Feria del Libro de Tlanepantla.


















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