El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad


El mundo y sus demonios
La ciencia como una luz en la oscuridad
Carl Sagan
Dolores Udina (Traductora)
Planeta

"Ubi dubium ibi libertas" (Donde hay duda, hay libertad) Proverbio latino

Carl Sagan pasó a la historia de la ciencia más allá de sus enormes aportaciones en astronomía a la búsqueda de vida extraterreste en las galaxias remotas y las primeras misiones de la NASA a Venus y Marte como el gran promotor y divulgador de la ciencia. Era un hombre con una personalidad carismática y una inteligencia tan amplía, que le permitía hablar de ciencia con la gente común y hacerlos entender su importancia en la vida cotidiana de las personas; así como en la vida democrática de las naciones. Prueba fehaciente de ello es la popular y exitosa serie Cosmos, ganadora de 13 premios Emmy, basada en su libro homónimo. Hasta hoy la serie sigue siendo un referente obligado en cuanto a divulgación científica masiva se refiere.

En The Demon-haunted World (título original de este magnífico libro) Sagan desmitífica un sin fin de casos de pseudociencia, lo paranormal y asuntos relacionados con los OVNIS, dándoles no sólo una explicación científica, sino incluso política y social.

"Sostengo que la ciencia es una herramienta absolutamente esencial para toda sociedad que tenga la esperanza de sobrevivir hasta el próximo siglo con sus valores fundamentales intactos...no sólo la ciencia abordada por sus practicantes, sino la ciencia entendida y abrazada por toda la comunidad humana. Y, si eso no lo consiguen los científicos, ¿quién lo hará?"

Sagan nos enseña a ver el mundo con el escepticismo de un científico y la capacidad de asombro e imaginación de un niño: una mezcla por demás afortunada. Aquí los OVNIS; las abducciones extraterrestres; los círculos en los sembradíos de trigo; las apariciones de fantasmas; la reencarnación; la brujería e incluso la exitosa serie televisiva The X Files son analizadas desde un punto de vista científico. Recordándonos que una cosa es en lo que creemos; y otra muy distinta lo que podemos demostrar. “No debemos temer especular, pero no debemos confundir nunca la pura especulación con los hechos. Ese es el corazón de la ciencia verdadera”.

"También sabemos qué cruel es a menudo la verdad, y nos preguntamos si el engaño no es más consolador" Henri Poincaré (1854-1912)

Los resultados y las conclusiones a las que llega el autor de Cosmos dejarán a más de un crédulo con el ojo cuadrado. A lo largo del libro, hace especial hincapié en la importancia de inculcar en los niños, los jóvenes y el común de la gente el pensamiento científico ―combinación de mente abierta y escepticismo―, para que ésta pueda ser verdaderamente libre, y deje de ser flanco de los embates de la publicidad y la propaganda, que explotan precisamente la credulidad de la gente, así como sus necesidades y sueños más primitivos.

En ese sentido, podemos decir que la ciencia es una herramienta fundamental en la construcción de lo que conocemos como civilización humana. Y quizá la única oportunidad de construir una sociedad cada vez más digna y justa para nuestros hijos y su descendencia.

Obra excelente que no debe faltar en la biblioteca de todos los que quieren creer ―como el agente especial Fox Mulder― en los secuestros por parte de extraterrestres, así como la existencia de un plan oscuro y secreto por parte de algún gobierno actual por ocultar la verdad. Seguramente te hará pensar y reflexionar acerca de uno de los postulados esenciales de la ciencia "no creas todo lo que piensas. Y piensa muy bien las cosas antes de creer en ellas".

Así que si crees en OVNIS, la vida después de la muerte y la posibilidad de que alguien posea poderes paranormales: debes escuchar la opinión de un científico de la talla de Carl Sagan al respecto.

Sumamente recomendable para estudiantes, sibaritas y diletantes de todas las disciplinas. Sobre todo para aquellos que buscan desesperadamente la luz en este oscuro mundo que parece sólo preocuparse por el consumo y la autodestrucción en todos sus ámbitos.

Orgulloso de sus orígenes y de la manera como se concibió su nación (Estados Unidos) Carl Sagan resume toda su tesis en el siguiente párrafo en donde habla, además de ciencia, de la Carta de Declaración de Derechos; el valor primordial de la educación y la libre expresión de las ideas, pilares de la Constitución de su país:


La educación sobre el valor de la libre expresión y las demás libertades que garantiza la Declaración de Derechos, sobre lo que ocurre cuando no se tienen y sobre cómo ejercerlas y protegerlas, debería ser un requisito esencial para ser un ciudadano americano o, en realidad, ciudadano de cualquier nación, con más razón cuando estos derechos están desprotegidos. Si no podemos pensar por nosotros mismos, si somos incapaces de cuestionar la autoridad, somos pura masilla en las manos de quienes ejercen el poder . Pero si los ciudadanos reciben una educación y forman sus propias opiniones, los que están en el poder trabajan para nosotros. En todos los países se debería enseñar a los niños el método científico y las razones para la existencia de una Declaración de Derechos. Con ello se adquiere cierta decencia, humildad y espíritu de comunidad. En este mundo poseído por demonios que habitamos en virtud de seres humanos, quizá sea eso lo único que nos aísla de la oscuridad que nos rodea”.







Comentarios

Humanoide dijo…
aguante carl sagan !!!!
Siiii !!!

Es un librazo, de un autorazo.

En mi lista para comunicólogos está este mismo libro. Es el número 9 de 21.

Aunque sé que es grande, cito lo que dije allá.

Carl Sagan es casi sinónimo de divulgación científica. Junto con Isaac Asimov y Paul Davies, son los nombres a considerar cuando un lego quiere adentrarse en el mundo de la ciencia, sus porqués y para qués, sus métodos y sus limitaciones.
¿Por qué un comunicólogo debería estar interesado en asuntos de ciencia? ¿Qué acaso su materia de trabajo no es la noticia, lo actual, lo que afecta a las sociedades en sus entrañas?

Cualquiera podría decir que no se necesita mucho seso para redactar una nota sobre alimentos transgénicos o sobre los nuevos planetas que van descubriéndose casi mes con mes, pero resulta que por esa desidia, los comunicólogos que trabajan en medios no para de decir disparates, tal como hace poco una linda niña, reportera de Televisión Azteca, decía con desparpajo que la ciencia suma más de 300 personas estigmatizadas, es decir que tienen heridas que nunca cierran ni se infectan ni se curan. El problema no es decirlo sino demostrarlo, cosa que por supuesto esta linda niña no hizo.
Por otra parte, los muchos comunicólogos que no trabajan en medios también deben demostrar afirmaciones, desde asuntos estadísticos hasta cuestiones de motivación y desarrollo de personal. No basta medio citar rollos cornejianos, sino que hay que fundamentar las afirmaciones, bajo condiciones de lógica que no siempre están en el bagaje de los profesionales de la comunicación.

El público, los trabajadores, los empresarios, los maestros, los escolares, todos tenemos preguntas que hacer y no siempre la ciencia está en posición de contestar, pero cuando lo ha hecho, es la manera más certera de acercarse al conocimiento del mundo.

«Hay preguntas ingenuas, preguntas tediosas, preguntas mal formuladas, preguntas planteadas con una inadecuada autocrítica. Pero toda pregunta es un clamor por entender el mundo. No hay preguntas estúpidas (…) La ciencia (la ciencia pura, no con alguna aplicación práctica sino por ella misma) es un asunto profundamente emocional para los que la practican, como lo es también para los no científicos que de vez en cuando se zambullen en ella con el fin da saber qué se ha descubierto recientemente» (Carl Sagan, El mundo y sus demonios. Ed. Planeta. 1997. pp. 349 y 357).

La ciencia no es un asunto menor, sino que gracias a sus aplicaciones, conocidas generalmente como tecnología, es que podemos escribir en una compu, hacer pipí en un lugar que no acumula desechos, mandar correos electrónicos con rollos como este y hasta ir al espacio o de México a Puebla en menos de dos horas.

¿Por qué un comunicólogo debería interesarse en este peliagudo tema? Por que es humano y nada de lo humano debería serle ajeno, en palabras del buen Sófocles. No nada más la política, el chisme o el dinero son tema en este mundo. ¿No creen?

Y en Experiment-ando, hay algunas cosas de Sagan.

Salu2. (Perdón por el rollote. Me emocioné. Ja).
Ups... Si. Hay un ups.

Es abducciones. Je.

Más salu2.
Humanoide dijo…
Por favor no se lo pierdan. Una genial parodia de carl sagan, hecha por el demente de alfredo casero:

http://www.youtube.com/watch?v=ItpbpfJbzko
Dolores Garibay dijo…
Hola mi querido Salvatore,

He de confesar que nunca me ha llamado la atención leer algo de Carl Sagan, sin embargo su serie de documentales "Cosmos" me pareció excelente y es una de mis favoritas hasta la fecha, de hecho tengo algunos capítulos grabados en videos VHS de hace como 20 años.

Deja que termine de leer los libros que tengo pendientes y después leeré a Sagan. Ya te comentaré mis impresiones.

Besos chilangos

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