La amada inmóvil de Amado Nervo.

La amada inmóvil.
Amado Nervo.
F.C.E.
2003.


OFERTORIO

Deus dedit, Deus abstultit.

Dios mío, yo te ofrezco mi dolor:
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!
Tú me diste un amor, un solo amor,
¡un gran amor!
Me lo robó la muerte…
y no me queda más que mi dolor.
Acéptalo, Señor:
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!
Sin duda uno de los escritores más versátiles, profesionales y queridos por el público mexicano es Amado Nervo. Un hombre que vivió por y para la literatura, lo mismo escribía cuentos, que novelas de toque fantástico, que estupendas crónicas periodísticas, y ni que decir de su poesía.
EL FANTASMA SOY YO.

Vivans, vous étes des fantómes.
C’est nous qui sommes les vivants !


MI ALMA es una princesa en su torre metida,
con cinco ventanitas para mirar la vida.
Es una triste diosa que el cuerpo aprisionó.
y tu alma, que desde antes de morirte volaba,
en un ala magnífica, libre de toda traba…
tú no eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!

¡Qué entiendo de las cosas! Las cosas se me ofrecen,
no como son de suyo, sino como aparecen
a los cinco sentidos con que Dios limitó
mi sensorio grosero, mi percepción menguada.
Tú lo sabes hoy todo…¡yo, en cambio, no sé nada!
Tú no eres el fantasma: ¡el fantasma soy yo!

5 de abril de 1912.
De Amado Nervo, Octavio Paz escribió que manipuló “con novedad y autenticidad el repertorio del modernismo”, importante corriente literaria de principios del siglo pasado. López Velarde, por su parte, dijo que era “el máximo poeta nuestro”. Todo esto queda de manifiesto en La amada inmóvil, libró que Nervo concibió y comenzó a crear en el transcurso de la madrugada del 7 al 8 de enero de 1912, en Madrid, mientras velaba los restos mortales de Ana Cecilia Dailliez, su secreta compañera por toda una década.
¡CÓMO SERÁ!

SI EN el mundo fue tan bella
¿cómo será en esa estrella
dónde está?
¡Cómo será!

Si en esta prisión obscura
en que más bien se adivina
que se palpa la hermosura,
fue tan peregrina,
¡cuán peregrina será
en el más allá!

Si de tal suerte me quiso
aquí, ¿cómo me querrá
en el azul paraíso
en donde mora quizá?
¡Cómo me querrá!

Si sus besos eran tales
en vida, ¡cómo serán
sus besos espirituales!
¡Qué delicias inmortales
no darán!
Sus labios inmateriales,
¡cómo besarán!

Siempre que medito en esa
dicha que alcanzar espero,
clamo, cual Santa Teresa,
que muero porque no muero:
hallo la vida muy tarda
y digo: ¿cómo será
la ventura que me guarda
donde ella está?
¡Cómo será!

21 de abril de 1912.
Poemario descarnado en donde el amante se siente impotente y deseoso de morir pronto, para alcanzar a su amada en el más allá si es que éste existe, pues para él la vida ha dejado de tener sentido. La vocación propia de Nervo por cuestionar los paradigmas teológicos, y establecer vínculos metafísicos con la realidad quedan de manifiesto en este poderoso homenaje post mortem a la persona amada.

Comentarios

Amado Nervo... Cursi, pero maravilloso. ¿Quién de mi edad y de la generación anterior al menos, no se enamoró con Nervo como aliado?

Bueno, quizá los más chavos de hoy no tengan idea y lo califiquen precisamente como lo hago primero aquí mismo, pero tiene cosas fantásticas.

Es, me parece, un poeta por su cuidado y técnica, no sólo por cómo dice sus sentimientos.

Muchos hoy, dejan los suyos disparados sin ton ni son, en una mezcla difícil de entraña y palabras.

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