En busca de nuevas ideas

Saber pensar. 
Un extraordinario método para expandir su capacidad mental. 
Edward de Bono
Rosa María Ojeda de Soto (Traducción) 
SELECTOR
México, 1986

"Una idea dominante puede ser más un obstáculo que una conveniencia. Este es el primer principio del pensamiento lateral". EDWARD DE BONO. 

Hoy es común escuchar acerca del pensamiento lateral propuesto originalmente por el Doctor Edward de Bono, sin embargo, para todos aquellos que nunca han oído hablar del término y desconocen las poderosas implicaciones que este concepto ha aportado a las más recientes generaciones de pensadores, empresarios, publicistas y estudiantes de diferentes áreas, este libro es una excelente opción para adentrarse al fascinante mundo de las nuevas ideas.



Para Edward de Bono, doctorado de las Universidades de Oxford y Cambridge y experto en procesos de pensamiento, hay dos tipos de pensamiento en nuestra mente, el primero conocido como pensamiento vertical que opera básicamente con la estructuración lógica de una idea, y que hasta ahora ha sido el modelo dominante. Y el pensamiento lateral que nada tiene que ver con la lógica y explora diferentes caminos hasta llegar a una idea nueva, aquí lo lógico y lo viable no son importantes. De hecho, se puede trabajar sobre senderos considerados erróneos o poco acertivos, en aras de obtener un resultado distinto. De Bono es muy claro, respecto a estos dos tipos de pensamiento. Ambos son complementarios, y sirven para propósitos distintos. El pensamiento lateral es bueno para descubrir nuevas ideas. El vertical para desarrollarlas a profundidad.

Sin embargo, el pensamiento lateral no se trata de una técnica, sino más bien de un hábito de repensar las cosas más de una vez, hasta llegar a conclusiones que en principio puedan parecer poco alentadoras o productivas. De Bono, también explica lo difícil que es habituarse a esta novedosa manera de orientar la solución de problemas, y de pensar: "Es poco común emprender nuevos caminos porque la educación está diseñada para que las personas aprecien las ideas, que otros 'mejores que ellos' han desarrollado. La educación sólo llevaría al caos si fuera de otra manera. Sería muy difícil lograr la suficiencia y la competencia si se estimulara la insatisfacción general respecto al orden de ideas preexistentes. Tampoco la educación se interesa realmente en el progreso: su objetivo es hacer que el conocimiento que parece ser útil esté disponible para todos. Es comunicativa, no creativa". Aquí las ideas de Bono se enlazan directamente con las de Ken Robinson, en su libro de El Elemento, donde explica porque en las escuelas no se fomenta ni el pensamiento creativo, ni el lateral. Sólo el que ha probado sus logros y eficiencia, que casi siempre es vertical o lógico.



Es complejo escapar del marcado dominio de las ideas dominantes de una sociedad determinada por las mismas. Sin embargo, el pensamiento lateral se refiere a la necesidad de ver las cosas con enfoques de lo más diversos, en aras de obtener realemente ideas nuevas que propicien el progreso del individuo, y por ende, de su sociedad. Es difícil librarse de la "atadura" de las ideas dominantes, sobre todo si éstas han demostrado a través del paso del tiempo su valía; pero aún así, vale la pena ponerlas de nuevo bajo un enfoque crítico que permita hallar mejores maneras de profundización, aplicación y concepción de las mismas o de otras diametralmente distintas. Puede incluso ser tan difícil escapar de una idea dominante, que se vuelva imposible hacerlo sin ayuda externa.

Aquí nos encontramos con un problema digno de analizarse. Aunque todos decimos que estamos a la caza de nuevas ideas y somos mentes abiertas. La verdad, es que muy pocos se interesan por la búsqueda constante de nuevas ideas. Esto de debe principalmente a dos factores. El primero, es que está demostrado, que la mayoría de nosotros preferimos permanecer en "el rebaño" que destacar (aunque digamos lo contario), básicamente por nuestro tipo de educación y el condicionamiento mental autolimitante, al que somos sometidos desde pequeños. Y por otra, no menos importante, por el hecho de que no nos interesan todas las ideas nuevas; sino sólo aquellas que demuestren de alguna manera ser útiles, productivas o prácticas. En ese sentido, el pensador lateral se enfrenta con fenómenos que van desde el rechazo social y el descrédito por parte de sus pares, hasta la frustración de no llegar a nada con un propósito claro y con valor para los demás. Bajo este enfoque, ¿vale la pena poner en práctica el pensamiento lateral? Opino que sí. 

"Es más fácil aceptar una idea organizadora sensata que cuestionar esa idea  y tener que molestarse en encontrarle la utilidad para uno mismo. Quien ofrece información 'empacada' (radio, televisión, prensa) tiene el derecho, y quizá también el deber, de ordenar ese material en una forma presentable y eso implica algún tema dominante. Es muy fácil aceptar el paquete ya organizado que estos medios ofrecen. Por este motivo, la riqueza de la información nueva disponible por los medios antes mencionados rara vez conduce al surgimiento de nuevas ideas entre el público que, debido a la pereza, se mantiene dominado por las ideas de quienes presentan la información". 

Aquí les dejo este estupendo documental titulado "Aquitectos del control" que expone y analiza de manera profunda esta idea, del control y la manipulación mental, producido por Michael Tsarion. 



 
Vivimos en medio de una guerra; pero la mayoría de nosotros lo ignoramos por completo. Se trata de la guerra por nuestra conciencia. Nos han habituado a no pensar; a hacerlo con poca eficiencia e incluso sentir pereza ante la mera idea de tener que pensar para resolver cualquier tipo de problema, sin importar su índole. En la medida que nos dejemos dominar por el cúmulo de ideas dominantes que nos circundan, nuestra derrota está asegurada. Y el Status Quo de quienes dominan nuestra conciencia prevalecerá. Pero en cuanto decidamos abordar las cosas con nuevos ángulos, perspectivas, puntos de vista, y cuestionarlas críticamente, seguramente podremos encontrar nuevas e interesantes ideas que nos liberen de la tiranía del pensamiento a la que estamos sometidos.

Como bien apunta este interesante pensador: "todos tenemos derecho a dudar de todo con tanta frecuencia como nos plazca y además tenemos la obligación de hacerlo por lo menos una vez en la vida".