Tokio Blues: Haruki Murakami


Day 067 - Haruki Murakami
Cargado originalmente por lem0n_
Tokio Blues
Norwegian Wood
Haruki Murakami
Tusquets

Durante media semana estuve absorto en la lectura de una novela muy hermosa, que ha hecho estragos en millones de lectores más jóvenes. Recuerdo que muchas chicas querían cambiar su nombre de pila por el de Midori, una de las tres mujeres protagónicas de esta historia.

Mi amigo Enrique vivió una historia un tanto parecida y es por eso, que fue él quien la leyó primero. A él toda la novela le gustó menos el final.

Después tuve muy buenos comentarios de diversos lectores que me la recomendaban. Entre ellos mi esposa. Yo había quedado "escamado" de Murakami tras lectura de "After Dark", que no me satisfizo en demasía. Pero he de reconocer que la primera novela que leí de él me gustó bastante, Sputnik, mi amor.

Tokio Blues, Norwegian Wood, tenía un elemento que me atrajo desde el principio, —siendo Beatlemano de hueso colorado—, el título que hace alusión a una balada del cuarteto de Liverpool.

La historia del triángulo amoroso que leí en Sputnik, aquí se repite con una interesante variante. ¿Acaso no dice el gran novelista checo, Milan Kundera, que la buena literatura consta justamente del milenario arte de las variaciones?

Toru Watanabe está aterrizando en un aeropuerto de Alemania. Mientras aterriza en el avión ponen la canción de The Beatles: Norewian Wood, y es a partir de este momento que comenzará a recordar su época de estudiante, veinte años atrás, en 1969, y a sus dos amores de aquel entonces: Naoko y Midori.

Cada una de las chicas tiene su atractivo y su personalidad es diametralmente opuesta. La primera, Naoko, está loca y tiene fuertes tendencias suicidas, mismas que la llevan a buscar ayuda profesional en un hospital especializado. Como es de suponerse Watanabe está perdidamente enamorado de ella, pero en principio su amor no puede ser porque ella es la novia de su mejor amigo, Kizuki. Después del suicidio de éste, Watanabe sostiene un extraño affair con Naoko, que no prospera porque ella se va en busca de ayuda profesional, lejos de Tokio.

Durante un tiempo Watanabe no puede sacarse de la cabeza a esta bella y loca chica. Hasta que conoce a Midori, no menos bella y extraña que Naoko. Sin embargo, ella es una chica mucho más "normal y sencilla", pero tiene novio.

Pronto el corazón de Watanabe se verá en medio de un dilema. ¿A cuál de las dos amar?

Todo esto le sirve de marco a Murakami para hacer una exploración profunda entorno a las cosas que nos hacen enamorarnos y desenamorarnos de las personas. Aquí la narrativa es bella y delicada como una pintura japonesa. Cada detalle está finamente iluminado por una capacidad asombrosa de hallar belleza hasta en el mínimo resquicio con una prosa envolvente y tan clara como el agua.

Me parece que el gran mérito de esta novela radica fundamentalmente en el tratamiento del lenguaje. Murakami cuenta con tanto desparpajo y sencillez su historia que pareciera que escribir así es lo más sencillo del mundo.

Una novela que se disfruta y saborea poco a poco. Que es impecable y seductora con sus lectores. Ahora sé porque a los jóvenes les gusta tanto esta literatura en donde las fantasías sexuales y la sencillez narrativa se conjugan para lograr una historia, tipo la milenaria escuela japonesa: en donde se privilegia el ritmo, la prosa poética, el colorido y la belleza de lo cotidiano.

Coincido con el comentario de Rodrigo Fresán, acerca de este libro, publicado en el periódico español El País: "Advertencia: Murakami -al igual que los Beatles- produce adicción, provoca numerosos efectos secundarios y su modo de narrar tiene algo de hipnótico y opiáceo". He leído tres novelas de él: dos me han gustado mucho y una no tanto. Creo que lo padre de su estilo es que juega mucho con la imaginación del lector y permite que sea él quien borre las fronteras entre sueño y vigilia.

Estoy seguro que Murakami ha escrito una obra maestra, que además de seductora, nos demuestra que el corazón humano es ese oscuro misterio que hace que el Universo y el Mundo y la Vida en sí, tengan algún sentido.

Comentarios

Enrico dijo…
Salvatore. Hasta me sentí importante por tu mención. Ahora que han pasado 2 años de la conclusión de mi historia y de la lectura de ese libro (que como recordarás, compré en tu compañía en la FIL de Guadalajara de aquel aciago 2007) Me daría miedo volver a enfrentarme a sus páginas, siento que por ahora es mejor no remover ciertas cosas y vivir feliz al lado de mi Midori. En una hora salgo para Tlacotalpan, llevo un libro que me prestaste "Que se mueran los feos". Regresando te lo devuelvo y nos comemos un jamón serrano. Un abrazo para tu hermosa familia.

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