Más Platón y menos Prozac



Más Platón y menos Prozac.
Lou Marinoff
Ediciones B
Barcelona, 2003.



La vida examinada es la única que merece ser vivida.
Sócrates.

¿Puede la filosofía con tus problemas cotidianos?

En un mundo en donde la depresión es la enfermedad número uno, gracias a lo cual, el medicamento más potente que se conoce para combatirlo: el Prozac ha incrementado sus ventas hasta números estratosféricos; existe una nueva tendencia terapeútica, que al menos en Europa y Estados Unidos lleva ya algún tiempo teniendo bastante éxito: se trata del tratamiento filosófico que en este libro se explica con lujo de detalle y que en sus siglas en inglés se denomina PEACE.

Se trata de un proceso terapéutico que consta de cinco fases esenciales: detectar el problema; ver qué tipo de sentimientos desemboca en quien lo padece; hacer un análisis (a partir de algún tipo de filosofía, según el problema y la forma de ser y pensar del individuo); una cuarta etapa de contemplación del problema en perspectiva y la búsqueda de una solución (en caso de que ésta exista o sea viable); para llegar a la fase de equilibrio.

El libro ha tenido un éxito editorial inusitado. Me parece que su principal acierto es demostrar a cualquiera que lo lee, que todos tenemos una postura filosófica ante la vida; y que dependiendo de ésta será la manera en que enfrentemos los problemas que la misma existencia nos irá presentando. Incluso las personas que se sienten o creen completamente alejados de los temas filosóficos, descubren en sus páginas que esto no es posible, pues en algún momento de nuestras vidas todos nos hacemos preguntas de índole filosófica, tales como ¿por qué me pasan este tipo de cosas a mí?; ¿por qué habiendo tantas personas en el mundo, siempre me topo con aquellas que tienen un patrón de conducta más o menos similar?; ¿qué hay después de la muerte?; ¿para qué estoy en esta vida?; ¿qué voy a hacer el día que mis padres mueran?, por mencionar algunas cuantas.

Visto desde una perspectiva de estricta calificación editorial este es un libro de AUTOAYUDA, pero posee muchas más cualidades que la mayoría de los títulos que entran en esta tan manipulada y manipulable etiqueta. La verdad es que nos brinda consejos provenientes de diferentes tipos de conocimiento filosófico que resumen más de 2500 años de pensamiento humano. Pero antes de hablar del libro me gustaría hablar de la filosofía en sí.

¿Qué en sí la filosofía? (Al menos para mí)

Etimológicamente la Filosofía es El amor por el conocimiento. De filos (amor) y sofía (conocimiento). En esencia se refiere a la curiosidad que nos caracteriza como especie por explorar y entablar diálogos con nuestro entorno; y con nosotros mismos. Desde muy temprana edad — hace un millón de años atrás— la humanidad comenzó hacerse preguntas que aún ahora siguen dándonos vueltas en esa poderosa arma de fabricación de sueños e ideas, que es nuestro cerebro. Preguntas tales como ¿por qué estoy aquí?, ¿por qué yo soy yo y no tú?, ¿hacia dónde vamos?, y ¿qué hay después de la muerte? A lo largo de poco más de 4 mil años la filosofía, tal y como la conocemos actualmente, comenzó a explotar esa natural curiosidad humana con diversos métodos; hasta llegar a la disciplina del pensamiento que es la filosofía contemporánea.

La filosofía es por tanto una más de las maneras que tenemos para explicarnos el mundo y a nosotros mismos. Y esta manera de contemplarnos a nosotros mimos a través del pensamiento fue tan importante, por más de casi tres mil años, que en las escuelas de todos los niveles la filosofía presuponía una materia de cajón. Lamentablemente, como se menciona en libro, a mitad del siglo pasado la filosofía comenzó a alejarse de la vida cotidiana, y comenzó a encerrarse en las aulas universitarias y en los cubículos de los investigadores de las mismas, que se las daban de “sabios”, pero que lejos de aplicar todos sus conocimientos filosóficos a los problemas que todos tenemos, los dejaron almacenados en tratados tan especializados y tan complejos que ni siquiera otros filósofos están al tanto de dichos “descubrimientos”.
Volviendo al libro.

Este libro lo recomiendo a todos aquellos que siempre supieron que la filosofía era buena para algo, pero nunca supieron decir exactamente para qué. Como decía al principio de mi comentario, hay una nueva tendencia en el mundo desarrollado: la gente ha dejado de ir al psicólogo y al psiquiatra, y está acudiendo con un inusitado auge a las consultas filosóficas. En donde la gente tiene la oportunidad de tratar sus problemas desde una perspectiva completamente distinta.

Queda de manifiesto que una de las bases de este tipo de terapia es “adaptar” una corriente filosófica a un problema y a un individuo determinados. Así que este libro es ideal para todo aquel que está atravesando por una crisis existencial; vocacional; de pareja o simplemente posee una mente inquieta y todo el tiempo se está haciendo preguntas entorno a todo y todos.

Conozco a muchas personas que el mero término de filosofía les da un poco de “grima”, porque piensan que eso de estar filosofando es sólo para nerds, que no tienen otra cosa mejor que complicarse la vida. Me parece que debido a este error de percepción generalizado, nuestro mundo pasa por uno de los estadíos de depresión, miedo e incertidumbre más prolongados de cuantos se tiene memoria. Vivimos en una sociedad que carece de gente con una filosofía personal que le permita de una manera más sencilla gozar de la vida y alcanzar la felicidad. Y no es que la filosofía tenga la respuesta a todo. De hecho, en el mismo libro se menciona que ésta no puede solucionar siempre las cosas; aunque sí nos puede dar más herramientas para enfrentar un sin fin de problemáticas.
En una sociedad en donde la mayoría posee un pensamiento pobre o de plano mediocre; la filosofía se nos presenta como una manera de poner a trabajar nuestro cerebro en la búsqueda de nuevas y mejores ideas para llevar una vida más equilibrada en este mundo tan tensionante e incierto. Este en un libro que recomiendo ampliamente para toda la persona que quiera ejercitar el antiguo arte de “amar el conocimiento”, por medio del pensamiento. Tal vez para muchos la filosofía “no aplica” a sus vidas. Pero estoy seguro que para muchos otros sí; y les ofrecerá no sólo consuelo y solución para muchos de sus problemas cotidianos. También los hará maravillarse con la apasionante historia de la evolución del pensamiento humano.

Si acaso existe algo en la filosofía que pueda considerarse enseñanza, sólo puede ser el enseñar a pensar por uno mismo.
Leonard Nelson.

Comentarios

Salvatore dijo…
Por cierto, el "muchachón" que está recibiendo su trofeo de jockey de mesa es ni más ni menos que al autor, Lou Marinoff, que por ese entonces no se imaginaba la lana que su pasión por la filosofía le iba a redituar.
Anónimo dijo…
Muy buena su reflexión sobre lo que es el cambio, y es cierto que el mundo está lleno de cambios, que no los podemos detener y que como ya lo dijo en una de las lineas que escribió, muchas veces el hombre tiene miedo al cambio y eso es lo que hace que no pueda ver que a lo mejor le va a favorecer, bueno aunque en algunos casos sea para mal.

ATTE: Omar

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