Mantos de video

Hoy es Navidad en la Ciudad de México. Estuvimos todos muy contentos. Vino mi suegra, mi tía, mi prima, mi mamá y mi padre.
Todo normal y tranquilo, ya sabes el intercambio de obsequios y toda la cosa.
Lo extraño es que mi suegra me comentó que me anoche, en plena Nochebuena, "envío" a mi suegro a visitarme.
Lo curioso es que anoche precisamente soñé con él. Soñé que venía a mi casa y platicábamos. Aunque yo nunca lo conocí, sé cómo era por fotos.
Hablamos de libros, de películas, de discos y sobre todo de lo que yo llamo "los mantos de video".
¿Qué son estos?
Pues no son más que pilas y pilas de videos, en todos los formatos existentes.
Hablamos de que es impresionante el número de soportes técnicos que hoy existen, así como los aparatos que los reproducen.
Le comenté que ahora están pensando en crear computadoras mucho más eficientes y rápidas, a base de bacterias.
También hablamos de la posibilidad -cada vez más cercana- de que puedan teletransportar nuestros cuerpos. Y no sólo eso, sino que se están investigando las posibilidades de llevar una vida humana entera dentro de la "realidad virtual". Cómo si no fuera suficiente comprender que no hemos entendido aún lo que es eso que llamamos "realidad" a secas.
Hoy podemos accesar a un cúmulo ilimitado de información a través de la red. Como es el caso de esta bítacora electrónica, que puede ser leída en cualquier parte del mundo, pero que sin embargo, está prácticamente condenada a no ser leída por nadie más, salvo por mí.
Vaya que los avances tecnológicos están en todas partes, pero nuestra capacidad de "ser" humanos, va desapareciendo conforme éstos avanzan.
A todo esto, mi suegro había venido del "más allá" a su hija -quien lamentablemente se hallaba a miles de años de luz de distancia, en la comodidad de su parte del colchón de la cama-; y al ver que no llegaba me comentó que vendría pronto a visitarnos.
Lo curioso es pues que el sueño vino acompañado del relato de mi suegra, quien me comentó que lo había mandado a visitarme.
¿Coincidencia?

No lo creo. Más bien es una de esas experiencias paranormales de las que está llena la realidad, y que seguimos sin entender: a pesar de nuestros mantos de video.

Comentarios

Ana María dijo…
Hace casi dos años, leí por primera vez tu blog, específicamente leí lo que escribiste sobre Ulises 2300 de Antonio Malpica. Hoy, casi dos años después, creo que tu eres la persona que me ha incitado a leer, aún lo no he hecho con juicio, más creeme que ahora leo mucho más que antes, es como si los libros, las palabras me estuvieran enamorando progresivamente.

Es la quinta vez que vuelvo por aquí, y continúo encontrando cosas muy cheveres en tu blog.

Mantos de video, me gusta... Es todo lo que puedo decir.

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