Un mundo feliz

Un mundo feliz
Aldous Huxley
Luys Santa Marina (Traducción)
DIANA
1963


La nueva forma de dictadura tendrá que ver con la tecnología y la búsqueda del placer. 



Brave New World se publicó originalmente en Londres en 1932 y probablemente sea una de las distopías literarias más acertadas de todos los tiempos. En ella, el autor De las puertas de la percepción, plantea una sociedad con tecnología reproductiva, cultivos humanos e hipnopedia, manejo de las emociones por medio de drogas (soma) que, combinadas, cambian a la sociedad humana de manera radical.



Hoy vemos como las nuevas generaciones son cero tolerantes a la frustración. Es muy difícil complacerlos y hacerlos felices. Y quizá todo eso se deba a que la sociedad y sus "controladores" han ido germinando muchas de las ideas planteadas en esta novela hace 88 años atrás.

Una sociedad tan desesperadamente abocada a la obtención de la felicidad por medio del hedonismo más burdo y primitivo. Pareciera ser que los maestros ocultos de esta sociedad nos han educado en el racismo, la intolerancia, la desigualdad y la más cruda ignorancia, respecto a nuestra propia naturaleza. Haciéndonos creer que la búsqueda de la felicidad es prácticamente una obligación humana, más que un derecho.



Huxley vivió los períodos de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Estaba en contra de los totalitarismos y dictaduras que abarcaron gran parte de la historia de más de la mitad del siglo XX. Interesado en los efectos psicológicos y fisiológicos de las drogas, Aldous, supo como muy pocos, que la nueva dictadura y forma de esclavitud de la Humanidad tendría que ver con la tecnología y el placer.

Por momentos sentí mucho miedo al releer este clásico contemporáneo, porque lo que en su tiempo se consideró mera Ciencia Ficción; no solo se está cumpliendo a cabalidad en pleno siglo XXI, sino que parece que estamos ya instalados en esa sociedad que distingue a los humanos por razas: siendo los Alfa los más inteligentes, acaudalados y poderosos; mientras que los Epsiliones son prácticamente "hombres y mujeres bestias".

Desde hace 50 años los humanos comenzamos a entender como funcionan nuestras emociones y de qué manera la carga genética nos predispone para jugar un papel determinado en la sociedad.

Hoy con el uso de CRISPR (modificación genética/ edición genética) estamos a un paso de crear a los primeros bebés diseñados genéticamente que tendrían indudables ventajas sobre aquellos que nacieran de forma natural. Así que la tecnología reproductiva y los cultivos humanos que se plantean en la novela ¡ya existen!


En cuanto la Hipnopedia, el manejo de las emociones por medio de drogas, puedo afirmar que nuestro Soma (la droga que en la novela a los personajes les aporta el placer equivalente a tener un orgasmo) se encuentra en las Redes Sociales, los servicios de Streaming (de audio y video); y los teléfonos inteligentes; que si los analizamos con calma son una "dictadura del placer"; porque el usuario se la pasa pegado a sus dispositivos, conectado con la virtualidad y desconectado de sí mismo y del mundo que lo rodea. Una dictadura autoimpuesta, justo como pasa en la novela. 



Imprescindible para poder entender la sociedad posmoderna que vivimos.

NOTA: ¡La edición que yo tengo es la de editorial DIANA de 1963!











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