La luz colérica

La luz colérica 
Jesús Rosales
José Luis Sierra 
Benjamín Valdivia 
UNAM
1998. 






Obra de mujer, el mediodía 
vernal del valle plomo, explica 
los blasones de la luz colérica y 
arrebato. 
Rubén Bonífaz Nuño

  

Tuvieron que pasar 21 años para que llegara a este hermoso poemario publicado por la UNAM en 1998 en su bonita colección El Ala del Tigre que tenía como finalidad la publicación, en libros colectivos, de poetas destacados del interior de la República.



En esta ocasión tocó el turno a JESÚS ROSALES (Irapuato, Guanajuato, 1954) editor y colaborador en importantes revistas y periódicos literarios, para ese momento había publicado los siguientes poemarios: Canciones del abismo (1980), Corazones amantes de la sombra (1991), La voz en el espejo (1995), Espuma la memoria (1997).

JOSÉ LUIS SIERRA (Querétaro, 1949), profesor de literatura en la Universidad Autónoma de Querétaro, realizó estudios de filología en Madrid y Málaga. Entre sus publicaciones destacan: Ritual monográfico (1972-1987), Sueña canarios amor (1991), Memoria ocupada (1995) y Para la historia de las decisiones de la ciudad de Querétaro (1996). Ha obtenido menciones en el Premio Estatal de Arte "Heriberto Frías" (1988) y el Premio Nacional de Poesía Joven México (1977).


BENJAMÍN VALVIDIA (Aguascalientes, 1960) ha trabajado diversos géneros literarios y recibido reconocimientos internacionales, como el de ensayo "Ludwig von Mises" (1987), el de novela Nuevo León (1988) y el de poesía "Le courrier de l'Orénoque" (1991). Entre sus libros se encuentran: El juego del tiempo (1985), El pelícano verde (1989), Indagación de lo poético (1993), La deuda. Nuevas meditaciones cervantinas, Brevario del unicornio y Paseante solitario (1997).

Para ser estrictamente franco los poemas de Jesús Rosales fueron los que más disfruté. Siempre he pensado que todo buen lector debe leer poesía de manera habitual. Conozco a pocos lectores que lleven esta práctica cotidiana a cabo. En México lo que más se lee, cuando se lee, es narrativa y ensayo. Quizá por eso este lindo libro tuvo que esperar 21 años en el anaquel de la Biblioteca Vaconcelos a ser leído.

Aquí les dejo un poema de cada uno de los poetas, decidan ustedes cuál es el que más les gusta a ustedes.

4
CAE LA VIDA en el ojo
cruza impasible un rostro la avenida
el dolor de los días está en cada ventana
en cada paso
en cada sensación
cada recuerdo

Desolados los sueños dan vueltas por las calles
un grito impune
las banquetas albergan esperanzas
un corazón estalla
veo tu cuerpo
espuma entre mis manos
y la voz apagada
esquiva los recuerdos
juguetean los contornos en el ojo
desmadejada y lenta
                        la noche
                                   se disuelve

JESÚS ROSALES



En el umbral la voz 

ESTA NOCHE de húmedo silencio
los ojos nada miran
los espejos del alma están en cada cosa
inhabitable el corazón arroja espuma
los dados en el aire son destino
la memoria en el cuerpo es una hoja

De la tinta
una frágil textura se dispersa
nombres de cualquier parte
rostros que nos evocan lo posible
la sombra de los días
contornos que nos abren las candados del sueño
y que vuelcan el mundo en palabras

JOSÉ LUIS SIERRA



Origen 

ELLA ES
la primera mujer:
Su cabellera larga
le recubre la fúlgida cadera.

Es ella La Mujer.
Dios la forjó primero que a los hombres.

Fue su mejor idea, y la creó
porque por siempre la deseaba
(el deseo de un dios es un deseo eterno).

Horrorizado del confín de la belleza
producida,
decidió darle cuerpo al primer hombre
(porque paliara su divino sufrimiento).

 Y aquí estoy pronunciando este poema.

BENJAMÍN VALDIVIA.




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