El Zarco

El Zarco 
Ignacio Manuel Altamirano 
Trillas 

Hace poco hablé de Clemencia. Esta semana leí El Zarco, de Altamirano, y me ha parecido también muy buena. Su narrativa es trepidante y su prosa muy moderna. Me gusta la manera tan particular que tiene de envolvernos en la trama; y la manera que tiene para utilizar la trama principal -una historia de amor desdichado-, para involucrarnos en el momento histórico por el que estaba atrevesando México: la trama del libro se desarrolla en Yautepec, Morelos, que en la época de 1861 a 1863 se ve azotada por una serie de bandidos llamados “Los plateados”, grupo al cual pertenece  “El Zarco” y que es responsable de los robos y asesinatos que se dan en la región.

El libro me he encantado y atrapado desde sus primeras páginas. La verdad es que estoy más que sorprendido con la habilidad narrativa del autor de Navidad en las montañas; su estilo es muy depurado e intenso. Lo leí como en tres días, y eso porque tenía otras cosas que hacer, sino me lo echo en uno. ¡Está bien bueno el chisme!

La historia cuenta como Manuela, una "niña bien" decide fugarse con el foragido conocido como "El Zarco"; y desde entonces su vida, antes acomodada y tranquila, se convierte en una verdadera pesadilla: causando de manera involuntaria de la muerte de doña Antonia y perdiendo la oportunidad de ser feliz al lado de Nicolás, un buen hombre que la amaba y quien termina por casarse con Pilar, mejor amiga de Manuela, y ahijada de Antonia.

Además de lo ya mencionado, es fascinante el modo en como Altamirano logra hacer una perfecta fusión entre el romanticismo y el realismo; la mezcla con temas como lo son la inseguridad, el vandalismo, la corrupción y al mismo tiempo logra introducir una historia de amor. Tal como una  de mis frases favoritas del libro lo dice: “un rayo de sol que iluminaba aquel cuadro de desorden, de vicio y de miseria.” brinda esperanza porque nos recuerda que hasta en los peores momentos hay pequeñas acciones, acontecimientos que le dan un giro a nuestra realidad y nos hace creer en el poder ciudadano; en esa fuerza que tiene el pueblo para cambiar las cosas, para poner un alto a lo que daña a la sociedad y tomar el control nosotros mismos tal como en su momento lo hacen algunos de los personajes.

Finalmente creo que el texto deja no solo una buena impresión sino que también trae consigo una especie de moraleja. El Zarco es una lectura fluida, la cercanía, le proporciona ese ingrediente que te atrapa y lo relativamente corto del relato lo hace un libro muy fácil de leer. Definitivamente no solo se ha colocado dentro de mis favoritos, sino también es una lectura que recomiendo ampliamente para comprender la realidad actual en México.

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