Nieve es un canto de nostalgia por la Turquía que alguna vez fue.

Nieve
Orhan Pamuk
Rafael Carpintero (Traductor)
Punto de lectura
2007


"Nos interesa el límite peligroso de las cosas.
El ladrón honesto, el asesino sensible, 
El ateo superticioso." 
ROBERT BROWNING, Apología del obispo Blougram



Pocas son las veces cuando publican a un escritor -hasta entonces desconocido en México-, gracias a que gana el Premio Nobel, que realmente me sorprende y me deja con un grato sabor de boca. A veces se lleva uno fuertes decepciones y otras (las menos) gratas sorpresas. Tal es el caso de Orhan Pamuk, de quien, con Nieve, he leído ya tres novelas. Dos de ellas me parecen francamente obras maestras. Y la otra La vida nueva una buena novela a secas.



Nieve me parece una pieza maestra porque en ella el autor conjuga: nostalgia, poesía, una historia de amor imposible; y una interesante reflexión político-religiosa de su país, Turquía. La trama está estructurada de una manera por demás magistral, en donde el autor se da el lujo de autocitarse: haciendo referencias a otras novelas suyas como Me llamo Rojo y La vida nueva, utilizando un recurso metaliterario interesante en sí mismo.


Como en otras novelas el narrador es el mismo escritor, que incluso aparece con su nombre de pila Orhan, que a veces funge como narrador intradiegético y otras extradiegético. Es decir, a veces está afuera de la historia como mero testigo de lo que le pasa  su amigo, el malogrado poeta Ka -protagonista de la novela- y otras, hacia el final, participa e incluso interactúa directamente con los personajes, como uno más del reparto.

Ka regresa a Kars, una provincia alejada de Ankara o Estambul, en donde las mujeres jóvenes se están suicidando, porque el nuevo regímen político les obliga a ir descubiertas a sus escuelas y centros de trabajo, lo que está claramente contra el Corán. Ka regresa a Turquía después de haber experimentado el autoexilio en Frankfurt, Alemania, por muchos años. A su regreso nieva. La nieve es una extensión de su nostalgia por su país de origen, que nunca más será el país que él recuerda. Ka es un extraño en su propia patria. Pero además, su visión es demasiado occidentalizada y atea. En Kars el tiempo se ha encapsulado, pero aún así, para Ka -siendo un chico pudiente de Estambul- las paupérrimas condiciones de esta provincia son ignotas e incomprensibles. Así que decide que su verdadera motivación no está en escribir el reportaje que le han pedido tanto en Alemania, como en Estambul, sobre las chicas suicidas; sino en buscar a Ipek (el amor de su vida, recientemente divorciada), pedirle que se case con él y vuelvan juntos a Europa, en donde podrían ser inmensamente felices. Mientras todo esto pasa. Hay un golpe de Estado. Ka queda atrapado en medio de un conflicto político-religioso que a penas comprende. Comienza a dudar de si está enamorado de Ipek o de su hermana menor, la no menos hermosa, Kadife.



Nieve y el viaje. Nieve y nostalgia. Nieve y poesía. Nieve y Turquía. Nieve y una historia de amor imposible que nunca termina. Nieve y la muerte que acecha en cada rincón de Kars. Nieve y una farsa. Nieve y una historia que se sobreescribe a sí misma. Nieve y Orhan Pamuk, que habla de su propio país con los ojos de un turco, forjado en Europa. Nieve y el amor por contar historias. Nieve y personajes entreñables. Nieve y recuerdos de amores que nunca fueron; ni nunca serán. Nieve y un final sorprendente, que une a un tiempo la nostalgia, el amor, la política y la pasión por escribir.



Quienes no conocen a Pamuk y su poder narrativo, Nieve es un buen comienzo.

Comentarios

Unknown dijo…
Gracias Salvador por tan fascinante recomendación. La mejor invitación que puede recibir una chica como yo, es la invitación a un libro, y tú lo has hecho maravillosamente.

Saludos.

Melissa
Salvatore dijo…
Gracias Melissa por ser como eres, y por recordarme que mientras haya alguien dispuesto a escuchar, siempre habrá alguien dispuesto a contar una historia.
Salvatore dijo…
Gracias Melissa por ser como eres, y por recordarme que mientras haya alguien dispuesto a escuchar, siempre habrá alguien dispuesto a contar una historia.

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