Al sur de la frontera, al oeste del sol


Al sur de la frontera, al oeste del sol
Haruki Murakami 
Tusquets

Para mí esta novela es reveladora y a un mismo tiempo profundamente entrañable. La trama es un mero pretexto para hablar de las profundidades del deseo, y de las infinitas e inexorables posibilidades que tiene éste en nuestro destino. 

Hajime, hombre de mediana edad, vive una existencia relativamente feliz -se ha casado con Yukiko, es padre de dos niñas y dueño de un club de jazz-, todo parece marchar sobre ruedas hasta que reaparece en su vida Shimamoto, su mejor amiga de la infancia y la adolescencia. La atracción renace. Hajime está dispuesto a dejarlo todo por ella. 

Una historia sobre amores perdidos y recobrados, sobre la consumación de una promesa de plenitud, que destila la indefinible sensación de desajuste con el mundo que absorbe al hombre contemporáneo. 

Aquí una de las obsesiones más importantes en la obra de Murakami adquiere tono ético: se trata del deseo. ¿Somos acaso víctimas de nuestros propios deseos? ¿Podemos hacer algo para frenar un deseo que se ha postergado por demasiado tiempo? ¿Hasta dónde llegaríamos tratando de consumar ese deseo? Hajime, como muchos hombres casados, es feliz con su esposa. Mas, al reaparecer un viejo e importante amor del pasado, toda su vida se tambalea ante la sola posibilidad de estar con ella en la intimidad; y quizá poder tener una vida juntos.

No es una novela que aborde el tema de la infidelidad de manera convencional, desde mi punto de vista, es más una visión transgresora de las convenciones sociales. Murakami nos cuestiona acerca de la posibilidad que tiene un hombre de amar y desear a dos mujeres al mismo tiempo, sin querer forzosamente renunciar a ninguna de la dos. Un planteamiento que además de ser interesante dramáticamente, también conlleva un severo cuestionamiento moral: ¿puede en verdad un hombre amar a dos mujeres de manera simultánea? O ¿solamente trata de engañarse a sí mismo, diciendo que las ama, cuando en realidad sólo ama a una, y a la otra simplemente la desea?

Memoria y deseo se entrelazan como ejes narrativos que van entretejiendo una trama llena de amor frustrado, platónico, añorado, deseado y reprimido. Murakami también nos cuestiona acerca del amor romántico y la forma en que recordamos a las personas que en algún momento de nuestra vida amamos. Pareciera que nos cuestiona acerca de si es mejor tener una imagen idealizada y tamizada por el recuerdo de nuestros ex amantes, que encararlos en el presente, en donde no sólo pueden "remover" cosas que damos por sentadas; sino que podrían modificar por completo nuestro presente y futuro. 

Una novela que habla de la importancia de esa pasión inútil que es el amor romántico en la vida de todo ser humano. Que mete el dedo en la llaga de todos aquellos que hemos estado en la misma encrucijada que el protagonista, Hajime. 

Como dato curioso la primera parte del título hace alusión al nombre de una canción de Nat King Cole, que se refiere a México. 

Creo que todos tenemos nuestra Shimamoto. Aquella mujer con la que en un momento de nuestra vida convivimos (sin la necesidad estricta de ser amantes) y que dejó una huella profunda en nosotros. Esa mujer talismán con la que fantaseamos e imaginamos una vida paralela a la que tenemos, aunque damos por hecho que es "imposible". Ese oscuro objeto del deseo que siempre nos acompaña, aunque no la hayamos vuelto a ver nunca más. Esa Shimamoto que a veces creemos ver en un Centro Comercial, conduciendo un auto de lujo, encubierta por un hálito de rareza, o simplemente oculta tras unas gafas oscuras en una calle anodina. Esa mujer a quien deseamos profundamente en el pasado (lejano o cercano) y que nos da miedo volver a encontrar. Esa sombra del deseo que nos atormenta y nos atrae a un mismo tiempo. Esa posibilidad que, aunque remota y lejana, siempre está latente, es quizá uno de los grandes misterios del poder que ejerce el deseo en nosotros, y de su capacidad de llevarnos por caminos inciertos, inesperados y, a veces, peligrosos. 

Me he sentido más que identificado con Hajime, porque además de ser también un hombre de mediana edad, tener una esposa y un bebé que adoro, también tengo -como muchos- mi propia Shimamoto. Confieso que mientras leía esta novela me sorprendí de las muchas similitudes entre la ficción y la realidad. En algunos pasajes lloré y en otros gocé sobremanera. Aunque esta historia es muy parecida a la nuestra, tiene algunas variantes que resultan dolorosas y que por supuesto no mencionaré. Así pues, esta es una de las pocas novelas en las que me he visto reflejado casi por completo, y es quizá por eso que me ha gustado tanto. Además de reconocer el gran talento del autor japonés para poner en papel lo que muchos Hajimes llevamos arrastrando durante prácticamente toda una vida. 

Mientras leía no pude dejar de pensar en mi Shimamoto, a quien por cierto yo mismo le regalé esta novela. Sé de primera mano que ella la disfruto mucho. Así que esta breve reseña crítica se la dedico a ella, a quien busco siempre, no sólo en mis recuerdos, sino también cada que salgo a la calle. Siempre con la esperanza de que un día -el menos pensando- mis ojos tengan la dicha de volverla a ver al oeste del sol. 

Comentarios

Interesante reseña, muy bien explicada, cautivadora y sobre todo muy envolvente, felicidades!!
Anónimo dijo…
SÍ :)

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