Zona sagrada


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Cargado originalmente por Enrique Escalona
Zona sagrada
Carlos Fuentes
Joaquín Mortiz
1969


Hay una zona en donde mito y cotidianeidad conviven; donde mito y realidad se entremezclan; donde el lenguaje fluye de manera espontánea y plurívoca; donde se privilegian la fragmentación de escenas, el monólogo interior y la mirada retrospectiva. Esa zona es la espléndida y compleja novela de Carlos Fuentes, Zona sagrada, publicada un año después del también mítico año de 1968, y que curiosamente está dedicada a Octavio Paz y Marí José, su esposa. Que Fuentes le dedique esta mitología reformada, destruida y vuelta a armar, no es casualidad. Recordemos que para Fuentes, Paz siempre representó el “Hermano Mayor”, el que ilumina la casa con su presencia.

Ahora que estoy leyendo novelas que no había tenido tiempo de leer de mi escritor mexicano vivo favorito, me hallé con este impresionante y simbólico texto, que es una digna pieza de La edad del tiempo. Aquí están presentes todos los elementos y obsesiones narrativas que han hecho de la obra fuentiana, buen tópico para el análisis, el estudio, la crítica y la relectura especializada. Tal es el caso de estos cuatro fragmentos que me encontré de un Doctor coreano, que quizá pueda despertar el interés en el lector ávido de retos. Zona sagrada es una obra densa, compleja y robusta. Si gustas de leer literatura fantástica, aquí hallará a un Mito que se torna en perro, para proclamar su victoria. A un hijo de una diva del cine mexicano, que está profundamente enamorado de ella y de su mitología personal. A un relato que se desbobla sólo para mostrar que somos palabras aún no dichas, mitos atrapados en ese mito llamado TIEMPO.

FRAGMENTOS DEL ENSAYO: ZONA SAGRADA: UNA ESTRATEGIA DE SUBLIMAR LA VIDA PROFANA, DEL DR SANG-KEE SONG.

En “Zona Sagrada” de Carlos Fuentes por debajo del nivel textual representado por la versión de Apolodoro de Homero de “La Odisea”, reside la idea de la doble mitología nahua, el Otro en forma de animal. Arrastrado por la obsesión de amar a su madre, la super-estrella de cine que quiere ser inmortal tanto física como simbólicamente, el protagonista, Mito, se convierte en un perro. Al final de la historia, este perro proclama ardientemente su victoria, lo que sugiere una ética de la convivencia con la naturaleza. Con el otro yo que permanece oculto, o con la muerte. La victoria de Mito nos sugiere la respuesta del autor frente a la ética posmoderna; la visión precolombina de la muerte y de la vida puede servir como remedio contra la paranoia de la muerte, aunque se manifieste bajo la forma de un eco tan incomprensible como el aullido de un perro.

Zona sagrada incorpota el mito de Ulises a la estructura de la novela, pero hace uso de una versión peculiar del mismo. Tanto nosotros (los lectores) como Guillermo, el narrador, concebimos el mito en la versión de Homero como definitiva e inmóvil: Ulisses siempre regresa, siempre mata a los pretendientes; Penélope deja de tejer para siempre; Telémaco siempre se reintegra al hogar. Modelos pues del varón clásico, de la mujer fiel y el hijo pródigo, perpetuamente instalados en la tradicional conclusión narrativa, (“fueron muy felices” Zona sagrada, p. 5). En su interpretación del mito Giancarlo lo modifica radicalmente. Giancarlo piensa que las sirenas no cantaron, que Ulisses mintió para aumentar su grandeza: “Ulisses era su propio agente de relaciones públicas” p. 6. Se nos ofrece, entonces, una versión degradada del mito.

Giancarlo es el interlocutor de Guillermo y dialoga con el narrador-protagonista mientras éste narra su historia en la novela. Giancarlo conoce las leyendas de las islas cercanas de Capri, las islas de las sirenas.

Zona sagrada es el estrecho sagrado donde el bajel mítico zozobra, intenta reconstruirse y, en consecuencia perturba la vida moderna. Zona sagrada es un espacio atemporal en donde la vida urbana se yuxtapone con los arquetipos reinterpretados. Es el hogar, por tanto, del mito dinámico.

Para mayor información acerca del Homenaje Nacional al autor visita: www.carlosfuentes.com.mx

Comentarios

milserifas dijo…
Hola, muchas gracias por el papelito que dejó en mi blog, y por pasar, y por hacerme saber que hacemos parte del mismo bando de olvidadizos.
Ahora (h)ojeando su blog, confieso que quedé bastante intrigado por Diana la cazadora, pues no sabía de que Seberg estaba detrás de todo (¡qué linda!).
Un saludo desde la (hoy) benévola atmósfera bogotana.

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