Sintaxis del vampiro


Sintaxis del vampiro 
Una aproximación a su historia natural
Vicente Quirarte
Verdehalago

En este breve ensayo Quirarte nos introduce ―con la maestría que lo caracteriza― en el universo literario y mitológico de uno de los monstruos que más nos aterran y al mismo tiempo nos fascinan y seducen: los vampiros. 
En el sentido más estricto, la palabra vampiro procede de la voz serbia wampira (wam= sangre, pir= monstruo), y designa al muerto que de acuerdo con las leyendas de la Europa Central, regresa a alimentarse con la sangre ―y, según ciertas variantes, con la carne― de los seres que en vida estuvieron más próximos a él. De tal raíz surgen las siguientes denominaciones: vampyr en holandés; wampior o upior en polaco; upir en eslovaco; upeer en ucraniano.

Su psicología, su fisiología y toda su mitología que se ha extendido por todo el mundo en poco menos de dos siglos, es explorada por el ensayista mexicano con un prosa muy sabrosa y llena de referencias a muchas otras lecturas, diccionarios especializados, novelas y películas que hablan de estas célebres criaturas que a mí en lo particular me dan mucho miedo desde niño, sobre todo las vampiras ―quizá por la influencia de las películas del Santo―. 


Mark Rein, en su Anatomía Vampírica otorga voz al vampiro y describe de manera exhaustiva su psicología y su símbolos más profundos: 

"No obstante que nuestra apariencia exterior se asemeja mucho a la de los vivos, hay algunos de nosotros que insistimos en que el Cambio transforma a un sujeto en otras especies ―Homo Sapiens Sanguineus, Homo Sapientissimus y Homo Vampiricus ya han sido adoptados como nombres para esta nueva raza...

Los grandes cambios físicos son temas de sobra conocidos, por lo cual hemos dejado que permanezcan en el dominio de la ficción popular. Los dientes caninos son efecto largos y puntiagudos, adecuados para desgarrar y posteriormente succionar la sangre. Sin embargo, alcanzan sólo su extensión total sólo en instante del ataque, mientras que en otras ocasiones se mantienen retraídos en las encías gracias a la contracción de un tejido flexible en su base. De otra manera se dificultaría el habla y la secreción de saliva. Algunos, de un clan decadente, carecen de medios para contraer sus colmillos y resultan fácilmente identificables.

Para alimentarnos, básicamente necesitamos morder, retirar los colmillos de la herida y comenzar a beber. Si lamemos la herida después de beber, no quedará ningún rastro de ella. De hecho, si lamemos cualquier herida que hayamos causado con nuestras garras o colmillos, podemos curarla completamente.

Nuestra piel, como la del vampiro cinematográfico, se encuentra invariablemente pálida. Se debe, en parte, a nuestra aversión a la luz del día, pero también a nuestro permanente estado de muerte".

"Si el vampiro necesita del hombre para continuar viviendo, nosotros, quienes los creamos en nuestros sueños o pesadillas, necesitamos del poderío de su metáfora para sentir la vida con mayor intensidad, para mirar ese jardín con ojos de vampiro y escuchar la palpitación de la sangre debajo del mármol en apariencia inerte de la estatua", dice Quirarte al final de este magnifico ensayo que no debe faltar en la biblioteca de todo buen vampiro o fan de los mismos. 

Comentarios

Dolores Garibay dijo…
Hola mi estimado Salvatore,

Muy interesante este post, no sabía mucha de la información que nos compartes a pesar de que los vampiros ejercieron una fuerte atracción en mí, en mi época de adolescente.

Besos chilangos
Marilui dijo…
Qué bueno que te decidiste a leer este ensayito, ¿verdad que Quirarte es grande? ojalá luego leas también algo de su poesía, creo que te va a gustar.
Besitos
Quique dijo…
Esta buenisimo!!!
Y mas que soy un admirador del Santo.
Unknown dijo…
Excelente artículo! ¿Dónde se podrá conseguir el libro?

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